Al proceso de mejora de la infraestructura que viene ocurriendo en Uruguay en los últimos años, hay que agregarle la modernización de seis terminales áreas del interior.
La puesta a punto comenzó a fines de 2022, con el aeropuerto de Carmelo (Colonia), y tuvo su segundo mojón este lunes, cuando se inauguró la nueva era del aeropuerto de Rivera que, a partir de un acuerdo con Brasil, estrenó su condición de binacional, en la primera experiencia de este tipo que existe en América Latina.
En los primeros meses del año que viene estarán terminadas las obras en Salto, Durazno y Melo, y la serie se completará más adelante en Paysandú.
El llamado sistema de aeropuertos nacionales es gestionado desde hace dos años por la empresa Aeropuertos Uruguay, perteneciente a Corporación América, del Grupo Eurnekián, que ya era concesionaria de las terminales aéreas de Montevideo y Punta del Este, y que obtuvo la ampliación del primero de esos contratos por 20 años adicionales a partir de 2033.
En el caso de Rivera, la inversión de US$ 13 millones incluyó la refacción y ampliación de la terminal de pasajeros, la actualización de la torre de control, la repavimentación de la pista principal, instalación de balizamiento LED en pista y calles de rodaje e iluminación LED en plataforma.
Por otro lado, el estatus binacional del aeropuerto habilita a que los vuelos que operen allí con origen y destino en Brasil sean considerados domésticos por el país vecino. Y eso implica que las aerolíneas accedan a subsidios que se conceden del otro lado de la frontera para fomentar el transporte de cabotaje, lo que permite que los precios de los pasajes sean menores que en los vuelos considerados internacionales.
El CEO de Corporación América, Diego Arrosa, explicó que para esta nueva etapa se crearon más de 350 puestos directos e indirectos solo por la construcción de la terminal. Asimismo, una vez que todo esté operativo, Arrosa estimó que se darán unos 40 puestos de trabajo.
“No solamente lo que es puestos de trabajo en el aeropuerto, sino lo que esto derrama”, agregó el ejecutivo en entrevista con En perspectiva.
Arrosa destacó que el potencial del aeropuerto no solo se centra en vuelos comerciales, sino de otro tipo, como por ejemplo los diferentes eventos de carreras de motos y autos que hay en Rivera. “Brasil tiene una de las flotas más grandes del mundo privadas”, añadió el CEO.
El ejecutivo reparó que la terminal no tendrá la misma relevancia que el aeropuerto de Carrasco, pero sí será “un nodo” que lo alimente.