Un día después de cambiar a seis ministros de su gabinete, el presidente de Brasil Jair Bolsonaro, dio otro volantazo y removió a toda la cúpula de las Fuerzas Armadas.
La sustitución del general Edson Pujol (Ejército), del almirante Ilqes Barbosa (Marina) y del brigadier Antonio Carlos Bermudes (Aeronáutica) fue decidida en una reunión en Brasilia «con la presencia del ministro de Defensa, Braga Netto, y el exministro, Fernando Azevedo e Silva», anunció la cartera en un comunicado.
El Ministerio de la Defensa no informó de los motivos de la decisión, sin precedentes en la historia de Brasil, ni el nombre de los nuevos jefes.
Según versiones de prensa, el relevo está relacionado con el descontento de los tres comandantes con la destitución al frente de la cartera del general Fernando Azevedo e Silva, reticente a los intentos de Bolsonaro de politizar las Fuerzas Armadas.
Como telón de fondo a estos cambios está la creciente presión que Bolsonaro recibe de sus aliados en el Congreso para cambiar el rumbo de la gestión de la pandemia de covid-19 que ya mató a más 317.000 personas en el país.
Para profundizar en el impacto de estos cambios, Emiliano Cotelo, conductor de En Perspectiva (Radiomundo), dialogó en la mañana de este martes con la doctora en Relaciones Internacionales, Marina Vittelli, profesora visitante en la Universidad Federal de San Pablo.
"Todavía hay muchísimas dudas sobre lo que realmente sucedió. Lo que se escucha es que fue la respuesta a una negativa de las FFAA a plegarse a una aventura autoritaria de Bolsonaro, que quería a las FFAA más alineadas políticamente a su gobierno", comenzó Vittelli.
La doctora en Relaciones Internacionales dijo que "no hay que ser tan ingenuos" y que hay que esperar para conocer "la jugada" de las Fuerzas Armadas: "No estaría tan segura si fue una remoción decidida por Bolsonaro, o una renuncia de estos comandantes para demostrar que no están alineados a él y que por el contrario son más democráticos y legalistas".
"Es importante entender que Brasil no tiene FFAA políticamente neutrales. Hace mucho tiempo son un actor político, y como todo actor político diseñan sus estrategias, tiene aliados. El bolsonarismo fue uno de los aliados más importantes de los últimos años, pero no es el único", señaló.
Según la entrevistada, en Brasil "nadie tiene dudas de la preferencia de Bolsonaro por las tácticas autoritarias".
"En el mundo ideal de Bolsonaro, Brasil sería una dictadura. Sin dudas está pensando estrategias para endurecer y coartar las libertades, entre esas, la atribución que tiene los gobernadores e intendentes en decidir las medidas de contención de la pandemia", expresó.
Sobre este último punto, Cotelo recordó que este martes aliados del presidente presentaron un proyecto de ley (que no se aprobó) que pretendía otorgar al Bolsonaro poderes similares a los de una situación de guerra bajo el mecanismo de "movilización nacional" ante una crisis, por la situación sanitaria.
De prosperar, la iniciativa hubiera permitido al mandatario intervenir en los estados y dejar sin efectos las medidas de restricción a la circulación o cierres de la actividad dispuestas por los gobernadores. Además podría tomar decisiones para reorientar procesos productivos hacia las áreas que considerara necesarias y convocar a civiles y militares a cumplir determinadas tareas promovidas por el Gobierno. También le habría permitido controlar a las policías militarizadas de los estados.
"Era gravísimo, por ahora no se aprobó. Ayer encontró mucha resistencia. Es gravísimo por el último actor, los policías militares. Bolsonaro tiene mucha más influencia sobre las policías militares que sobre el ejército. Si vamos a conjeturar la posibilidad de un régimen más autoritario, la mano de la violencia probablemente va a venir de las policías militares. El ejército es golpista, pero es jerárquico, y probablemente la mayoría de los cuarteles va a obedecer a sus mandos militares. Los policías militares son más flexibles y la ideología bolsonarista permeó en la mayoría de ellos. Además tienen armamento y entrenamiento igual de letal que el ejército", manifestó Vittelli.
Ministros removidos
Con respecto a la remoción de seis ministros, la entrevistada dijo que es una "evaluación muy realista de Bolsonaro ante la pandemia".
"Ha habido muchísimos errores no forzados de Bolsonaro en la pandemia y su situación política está en juego. La reforma ministerial es una respuesta para fortalecerse, algo legítimo para todo presidente en crisis", dijo.
Uno de los cambios fue en la secretaría de Gobierno, donde removió al militar que la ocupaba y puso a una diputada del centrão, un aliado político en el Parlamento.
Con respecto a la Cancillería, Carlos Alberto Franco reemplaza a Ernesto Araujo, un ministro que estaba "muy desacreditado por su actuación internacional", según Vittolli.
"Hubo un giro completo de la política exterior además de un abandono de la tradición de la excelencia de la diplomacia brasileña. Tenía una forma de referirse a cuestiones importantes e interactuar con socios fundamentales que era una ruptura total con la tradición de la diplomacia, que es de excelencia", indicó.
Su reemplazante "sigue la misma línea ideológica", pero se espera que sea "mucho más diplomático en cuanto a las formas".
Consultada sobre la postura que tendrá con respecto a la posible flexibilización del Mercosur, la entrevistada anticipó que "debería seguir la orientación del presidente" y seguir en la misma línea.
¿Y la izquierda?
Consultada sobre la situación de la izquierda, especialmente del Partido de los Trabajadores, Vittolli marcó un panorama con complicaciones.
"Lula aún no está redimido para la mayoría de la población a pesar de sus victorias en la justicia y no hay una articulación entre los partidos de izquierda para que Lula no sea la única opción y surja otra figura", dijo.
En ese sentido, dijo que hay una "total desarticulación" entre los sectores de izquierda, que se mueven "de una forma mucho menos clara y hábil que la habilidad que muestra el centrão".
¿Se puede llegar al impeachment?
Por último, interrogada por Cotelo sobre la posibilidad de un impeachment contra Bolsonaro, la entrevistada dijo que estará ligado a cómo sigan las cifras de la pandemia.
"En la vacunación no pondría tanta fe, no creo que bajen tan rápido los casos y la economía no tendría esa recuperación. Uno o dos meses más con casi 4.000 muertes por día no me parece sostenible", dijo.
"Depende más de la alternativa, un impeachment sería Mourao presidente (Hamilton, vicepresidente). Depende de las articulaciones que esté haciendo Mourao y los otros que lo están cortejando, que seguramente debe haber, sentenció.
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