Según los datos oficiales, el ausentismo estudiantil es un problema persistente en Educación Inicial y Primaria.
Cada año, una importante cantidad de niños presenta una concurrencia a la escuela significativamente menor a la esperada.
El último Monitor Educativo mostró que el promedio de días asistidos en Primaria en 2023 fue de 149 días, en un total de 176. Dicho de otro modo, los escolares faltaron, en promedio, casi un mes durante el año lectivo.
De la misma forma, también es elevada la cantidad de estudiantes con “asistencia insuficiente”, o sea, que solo fueron a clase entre 71 y 140 días. En esa situación estuvo el 22% de los matriculados en Primaria el año pasado y el 44% de los anotados en Educación Inicial.
¿Cómo se explican estas cifras de faltas? ¿Por qué se ha convertido este en un problema estructural en nuestro país? ¿Qué medidas se están tomando para revertirlo?
La directora de Educación Inicial y Primaria, Olga de las Heras, explicó que es “un problema de gran complejidad”, por eso la solución no se suele encontrar fácilmente. “No todo se justifica por la pandemia, pero tuvo sus consecuencias”, agregó en diálogo con En perspectiva.
“Quedó como esa sensación de que si un día tú no vas a clase, no pasa nada”, contó De las Heras. La jerarca aseguró que está comprobado que “menos días de clases” impacta con el grado de aprendizaje de los alumnos.
Además, De las Heras explicó que impacta en la socialización dentro del recinto escolar y el seguimiento de los docentes a la trayectoria educativa del alumno. El oficialismo justifica que el fenómeno se da también por algunas inclemencias climáticas, que impactaron tanto en las áreas urbanas como en las escuelas rurales, sobre todo por las condiciones de los caminos producto de las lluvias.
De las Heras aseguró que Uruguay “no está mal” en comparación con países similares. “Un 69% de los niños que pasaron con baja calificación no fue por inasistencias, fue por rendimiento”, indicó la jerarca con respecto a alumnos de primer año de Primaria.