“Estamos en guerra”, declaró el sábado pasado el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. La milicia palestina Hamás, que domina la localidad de Gaza, llevó a cabo un ataque sorpresa contra territorio israelí. Este ataque incluyó una invasión por aire, mar y tierra, bombardeo con cientos de misiles que llegaron tan lejos como Jerusalén, y secuestros de civiles israelíes de ciudades del sur del país, que buscaría intercambiar por prisioneros palestinos.
Algunos rehenes fueron transportados por las calles de Gaza en las cajas de camionetas u otros vehículos, donde iban recibiendo golpes. La operación terrorista de Hamás y la respuesta militar aplanadora del gobierno de Netanyahu dejaron hasta ahora más de mil muertos en ambos bandos.
En la ONU, el Consejo de Seguridad llevó a cabo una sesión de emergencia en la que varios miembros condenaron a Hamás, pero no hubo una declaración de consenso debido a la postura de Rusia, que aspiraba a algo más amplio que la sola crítica a ese movimiento islamista.
Esta región de Oriente Medio que permanece siempre en equilibrio delicado entró, entonces, otra vez en guerra. Y Netanyahu ya advirtió que el enfrentamiento será “largo y difícil”.
En perspectiva conversó con el capitán de navío retirado Ricardo Barboza, licenciado en Relaciones Internacionales y docente universitario, quien comenzó explicando: “Toda acción militar lo que trata de generar es una situación política”. A continuación, citó a Carl von Clausewitz con su manida frase: “La guerra es la continuación de la política por otros medios”.
El capitán enumeró a los distintos actores que intervienen en el conflicto: “Acá tenés a Hamás, tenés al Estado de Israel, pero también está Rusia, en parte China, Turquía, los problemas que pasan en Siria. Pero, a su vez, tenés dos grandes grupos: el mundo árabe que siempre reivindicó que el Estado de Israel no podía existir, y el Estado de Israel, peleando por su existencia desde la declaración de Naciones Unidas del año 1946”.
Además, hizo alusión al acuerdo de paz entre Israel y Egipto tras la guerra de Yom Kipur (1973), y, más acá en el tiempo, a los Acuerdos de Abraham (2020), a través de los cuales Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos reconocieron a Israel como Estado. “La paradoja de todos los líderes que han intentado establecer procesos de paz en la región es que son asesinados por grupos o personas radicales pertenecientes a uno de los dos grupos”, dijo, y ejemplificó con el asesinato de Yasir Arafat —líder de la OLP— por parte de los Hermanos Musulmanes.
Mundo árabe
Las negociaciones cada vez más avanzadas entre Israel y Arabia Saudita pudieron ser un factor desencadenante del ataque de Hamás, organización que es apoyada por Irán. Sobre esto, Barboza comentó: “Lo que está sucediendo en el mundo diplomático es que Israel, por agotamiento o por entendimiento, está logrando cada vez tener menos enemigos de un gran club que era el mundo árabe, cuando antes todos se apoyaban para enfrentar a un gran enemigo que era el Estado de Israel”.
“También se ve que, a futuro, el petróleo no va a ser infinito y muchos de estos Estados viven del petróleo, pero tienen recursos económicos que necesitan reinvertir en Occidente o en Estados Unidos para poder generar un futuro. Ese futuro no lo pueden generar cuando están en conflicto, o cuando están enfrentando o cuestionando la existencia del principal aliado, tanto de Estados Unidos como de Europa”, apuntó.
El docente de relaciones internacionales recordó que ya hubo otros ataques del grupo terrorista y que, sin embargo, Israel nunca había entrado en la Franja de Gaza desde su fundación en 1948. “Esta acción favorece a los elementos radicales del Estado de Israel y de Hamás”, afirmó, y a continuación ilustró: “El político israelí, como cualquier político, vive del voto de los ciudadanos israelíes, entonces necesita dar respuesta a determinadas acciones”.
Hoy, la Franja de Gaza tiene 2 millones de personas. “Si el Ejército israelí entra en una zona urbana, lo que va a suceder —porque sucede en todos los combates urbanos— es que haya muertos inocentes”, agregó. A la fecha, las réplicas al primer ataque por parte del país judío han causado 400 muertes.
Sorpresa
Consultado por Emiliano Cotelo sobre por qué este ataque sorprendió a la milicia israelí, Barboza matizó esta afirmación: “En parte lo sorprendió y en parte no. Por ejemplo, en la parte naval, la marina estaba en guardia y cortó muchos intentos de entrar en botes con gente o a través de la playa”.
Una de las nuevas técnicas de Hamás para evitar ser interceptados por la Inteligencia israelí fue trasmitir los mensajes a través del boca a boca con los cabecillas, sin ser intermediados por celulares, “porque saben que los escuchan”, dijo el experto. “La apuesta de esto es: un golpe rápido, liviano, con armamento no poderoso, que genere mucho caos, que genere daño y que genere una gran propaganda a nivel mundial”, sentenció.