En la madrugada del sábado 9 de mayo una granada militar fue arrojada contra la sede de la Dirección General de la Represión al Tráfico Ilícito de Drogas, conocida como Brigada Antidrogas, ubicada en la zona del Prado de Montevideo. No hubo heridos aunque sí daños en cinco vehículos.
Hace 10 días se detuvo a 15 personas, de las cuales cinco fueron imputadas y tres enviadas a prisión preventiva, pero hasta el momento no se logró comprobar la participación de ellos en el crimen. Este fin de semana fueron formalizadas dos personas, acusadas de encubrimiento del hecho.
Para conocer como sigue la investigación de esta causa, en la mañana de este lunes Emiliano Cotelo, conductor de En Perspectiva en Radiomundo, entrevistó al fiscal de Flagrancia Diego Pérez.
El responsable de la investigación aseguró que "sin duda" se trata de un caso con "importancia especial" y que marca "un antes y un después", dado que se trató de un ataque directo a una dependencia policial que, además, es la encargada del combate al tráfico de drogas.
Pérez señaló que también se debe vincular al caso la amenaza de muerte contra la fiscal de Estupefacientes Mónica Ferrero. "En la propia amenaza hay referencia al hecho" de la Brigada Antidrogas, dijo.
El fiscal del caso lamentó la filtración en la prensa de la amenaza a Ferrero y dijo que esto "alertó" a los delincuentes: "Del otro lado también hay personas que escuchan la prensa, leen los diarios y toman los recaudos pertinentes. (...) (La filtración) de los detalles nos obligó a replantear la estrategia investigativa. Veníamos haciendo tareas de inteligencia tendientes a que al momento de disparar la batería de medidas tener un cúmulo de información que nos permitiera no solo establecer la existencia de una organización, dónde operan, cómo operan. Nosotros advertimos al comienzo de la investigación que era importante que se tomara conciencia de la importancia de no hacer trascender la información".
Con respecto al avance de la causa, el fiscal dijo que fue un hecho "planeado al detalle, lo que naturalmente significa una dificultad para la investigación" pero que se ha "progresado bastante".
"Da la impresión de que tienen a la organización bastante localizada", lo consultó Cotelo al fiscal, a lo que Pérez respondió afirmativamente pero indicando que aún hay presuntos delincuentes prófugos y que "es probable y lógico que demore más la investigación".
El fiscal de Flagrancia explicó que "hay elementos que infieren" que algunos de los responsables del hecho están presos en el exComcar. "Ahí tenemos otro tema, que es cómo puede ser que integrantes de organizaciones delictivas sigan operando desde los centros carcelarios".
Por último, consultado sobre si los autores del crimen son una banda barrial o un organización más grande, por ejemplo con implicancia internacional, Pérez se inclinó por la segunda opción: "En Uruguay no se produce droga, salvo algún laboratorio o algún intento de instalar un laboratorio. La droga proviene del exterior y eso necesariamente genera vínculos y acciones conexas. En tanto se afecte esa cadena lleva a pensar que no solo está elaborado o llevado a cabo por una organización barrial.