Silvina Batakis, hasta el lunes 4 de julio secretaria de Provincias dentro del Ministerio del Interior de Argentina, es la nueva ministra de Economía. La licenciada en Economía asumió luego de que Martín Guzmán renunciara el sábado como titular de la cartera económica en medio las tensiones que vive el oficialismo y la complicada situación económica que sufre el país.
"Yo creo en el equilibrio fiscal y creo que tenemos que avanzar en ese sentido, y por supuesto, en la liberación de todas las fuerzas productivas de nuestro país para lograr puestos genuinos de trabajo y lograr más exportaciones, creo que ese es el camino y bueno, esa es la tarea que me encomendó el presidente", dijo Batakis en rueda de prensa al asumir su cargo como ministra.
Asimismo, mientras las miradas argentinas estaban puestas en el precio del dólar blue, la moneda estadounidense saltó de 239 a 280 pesos argentinos, aunque en el correr del día bajó a 260 y cerró en ese valor, según indicó el periodista Fernando Guitérrez. También, el índice Merval de la Bolsa de Valores de Buenos Aires abrió con una "fuerte baja" de 2.55 %, pero cerró en 1.02 %.
En tanto, el día en que la ministra asumió fue una jornada de "nerviosismo" del otro lado del río. Temprano, por la mañana, "colapsaron las páginas web de los bancos", "saturadas por ahorristas que querían entrar a comprar dólares o hacer movimientos de rescate de ahorros". Se estima que se retiraron unos 100 millones de dólares. Además, se le agrega "la caída de la bolsa" y del "precio de los bonos de deuda", sumado a la "escapada" del dólar blue que llegó a estar un 20 % por encima del valor que había tenido el cierre del viernes, dijo el periodista.
Sin embargo, hizo hincapié en que "hay que tomar con pinzas esos números", ya que el 4 de julio fue feriado en Estados Unidos. En tanto, "los más optimistas del gobierno tendían a creer que hoy, ya con un mercado más normalizado, los valores podrían estar por debajo", concluyó.
De todos modos, el evento más comentado del día fue la ausencia, "la más notoria", la de la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández.
Ella tuvo algunas frases, que un ministro asuma y diga que quiere apoyar la exportación y equilibrar las cuentas, en cualquier otro país que no sea Argentina puede parecer algo casi obvio. Pero no en Argentina, porque les recuerdo que dos días antes de la asunción de Bataquis, Cristina Kirchner había argumentado que el déficit fiscal no era un problema, que no era el causante de la inflación y, además, había propuesto aumentar el gasto en los planes de asistencia socia, con un nuevo esquema que implicaría cuadruplicar el costo fiscal en ese rubro. Así que el hecho de que Bataquis haya dicho como primera frase que ella cree en el equilibrio fiscal y que va a mantener el foco, por el equilibrio en las cuentas. Bueno fue algo que se interpretó como un mensaje en el sentido de que no va a haber un descontrol o una falta de responsabilidad fiscal.
También se preocupó por dejar en claro ese apoyo a la exportación, que se puede entender como un intento de no avanzar en en las propuestas de cupo a las exportaciones o de castigar al campo con mayores retenciones. La ministra no dio detalles específicos sobre su gestión, pero al menos quiso que esas señales contrarrestaran una cierta imagen negativa que el mercado tenía sobre ella. Porque Bataquis viene con fama de ser un economista con vocación intervencionista y con cierto perfil agresivo, sobretodo hacia el sector agropecuario. Pero además, hay otro aspecto en su currículum, que en las últimas horas estuvo mirando con atención y es que, cuando fue ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires, en un momento muy particular de la política argentina, era presidenta Cristina Kirchner y era gobernador de la provincia Daniel Scioli, que tenían una muy mala relación personal. Lo mismo que ocurre hoy entre Cristina y Alberto Fernández, ocurría entre Cristina y Daniel Scioli. Con la diferencia de que en ese momento Cristina era la que tenía el poder.
Cristina fue recortando paulatinamente los recursos fiscales desde el Gobierno central con lo cual Sioli quedó en una situación de déficit crónico, a veces, con problemas para pagar salarios de los empleados públicos y una permanente situación de conflicto gremial. Fue Bataquis desde su cargo de ministra de Economía de la provincia, la que tuvo que lidiar con esa situación de restricción presupuestaria crónica resignando recursos y modificando el esquema impositivo de la provincia. Con esos antecedentes se espera que ahora trate de trasladar esa experiencia a nivel nacional. A algunos le genera un poco de resquemor sobretodo al sector agropecuario porque en su momento fue castigado por Bataquis con un revalúo inmobiliario rural. El campo es el que está un poco más a la defensiva con la llegada de la nueva ministra.
Quedan quedan muchas dudas, obviamente Batakis no hizo referencia a algunas de las situaciones más espinosas de todas. Sobre todo lo que quiere saber el mercado es si ella va a ser capaz de superar esa limitación política que sufrió su antecesor Martín Guzmán y que finalmente lo lleva a renunciar. Principalmente está el espinoso tema de los aumentos en las tarifas de los servicios públicos, una situación que el kirchnerismo quiere evitar y en el que influye.