Los casos de reclusos que lograron salir a prisión domiciliaria respaldados en documentación falsa llevaron a un cambio que se agregará en la actual Rendición de Cuentas.
Esta modificación surge a partir del caso del narcotraficante Juan Antonio González Bica, quien salió de la cárcel con informes que indicaban que precisaba un tratamiento de diálisis que no podía recibir adecuadamente en el Penal de Libertad. Sin embargo, los informes eran falsos y González Bica se fugó.
Un artículo del proyecto de ley de Rendición de Cuentas, que se está discutiendo ahora en el Senado, obligará a los jueces a pedir siempre la historia clínica del recluso cuando solicite el pasaje a prisión domiciliaria por motivos de salud.
Desde la Asociación de Magistrados del Uruguay se consideró “razonable” el cambio, aunque se plantearon algunas dudas, consignó En perspectiva, que consultó al gremio de magistrados.
El conductor de En perspectiva Emiliano Cotelo conversó este miércoles con el senador Rodrigo Blás, con el objetivo de profundizar sobre la posible solución que puede implicar dicho cambio normativo.
El legislador explicó que la norma establece dos puntos: que la enfermedad debe ser grave e implicar riesgo de salud y que esa situación deberá ser acreditada con un informe pericial correspondiente.
“Puede haber un juez que pide la historia clínica y después consulta a un perito. O un juez que consulta al perito en base a un certificado médico. Lo que implica obligar a requerir el informe pericial, es que se recurra a la historia clínica. A partir de la historia, se podrá determinar si es grave la enfermedad y los antecedentes que fueron marcando hacia tal enfermedad. Lo que plantea es que se acredite la enfermedad de una forma más fehaciente”, resumió Blás, que aclaró que hay jueces que ya lo hacen.
“Certificados médicos se consiguen a veces hasta para no mandar al chiquilín a la escuela o para pedir una licencia. Es un problema que tenemos en el funcionamiento general diario. Sin ánimo de atacar a ningún médico, es un hecho de la realidad. La gente se enferma más los domingos que los martes, para no ir al trabajo el lunes. Alguien habilita o constata esa enfermedad. El objetivo es comprobar que cuando se pida prisión domiciliaria por una enfermedad grave o haya riesgo de vida, tiene un asidero real y no es algo circunstancial. Es para dar más garantías, más elementos al juez”, argumentó.