La semana pasada las autoridades de la ANEP entregaron dos documentos a los legisladores: por un lado el presupuesto quinquenal para la educación, y por otro, el Plan de Desarrollo Educativo en el cual se fijan metas de aprendizaje. Ese segundo documento se apoya en seis líneas estratégicas, cada una de las cuales se abre en varios objetivos estratégicos, con sus metas a alcanzar en el periodo de gobierno.
¿Cuáles son las metas? ¿Cómo trabajarán para alcanzarlas esas metas? En la mañana de este jueves Emiliano Cotelo, conductor de En Perspectiva en Radiomundo, entrevistó a la doctora en Ciencias de la Educación Adriana Aristimuño, directora sectorial de Planificación Educativa de la ANEP.
Aristimuño explicó que la unidad que preside se dedica a "pensar, planificar, evaluar y monitorear la marcha de las políticas educativas".
"Este es un año difícil, raro, diferente y que nos pone a prueba, nadie está preparado para algo así (...) Los aprendizajes logrados, los resultado finales, van a ser diferentes a los que esperábamos. Tenemos la expectativa de que puede haber un descenso de aprendizajes y un aumento en las tasas de abandono", anticipó.
Más allá de este año, Aristimuño señaló que "se viene una gran transformación de educación, apoyada en una transformación curricular integral de todo el sistema": "Viene un cambio sustantivo en la gestión y la manera de trabajar de los centros educativos, viene una preocupación central por abatir la inequidad. Creemos que hay que darle una prioridad total, con políticas concretas dedicadas a eso y con mediciones anuales de como vamos logrando eso".
Las nuevas autoridades de la ANEP buscarán transformar la propuesta curricular en todos los niveles educativos: "Queremos una educación menos contenidista, menos enciclopédica, menos estática, más de acuerdo al mundo actual, con más contenido científico, más contenido digital, más activa, que enganche más a los estudiantes y conecte con su vida real. Son cosas que hoy tenemos, pero en algunos lugares. Queremos generalizarlo".
También buscan fortalecer la gestión de centros, promoviendo comunidades integradas y de aprendizaje: "Que los centros tengan más autonomía y que los directivos tengan más formación. Pretendemos llegar a todos los directivos del país con un curso con conocimientos y herramientas que le permitan gestionar mejor los centros".
Además, buscan radicar a directivos y docentes en centros educativos para que estén 3 o 4 años y se creen comunidades de aprendizaje. "Muchísimas veces se ha dicho esto, ahora quiero hacerlo, no decirlo", expresó.
También aseguró que se "viene al fin la formación inicial de los docentes de nivel universitario, que es un debe del país, y viene una transformación importante en la carrera docente, en las condiciones de trabajo, los ascensos, lo que constituye una escalera en la carrera profesional".
"Crear una carrera docente. Que no asciendan los docentes por edad sino por su calificación, su formación. Ofrecer becas, instancias de formación permanente. Nos dicen que están solos, que no tienen capacitación", expresó.
Presupuesto "razonable"
"Más dinero no garantiza mejores resultados. Queremos hacer las cosas de otras maneras proponiendo cosas diferentes, con el dinero que creemos que necesitamos. Lo hemos calculado al milímetro y de manera sumamente responsable. Lo que proponemos es lo que necesitamos", dijo Aristimuño con respecto al presupuesto presentado, y agregó que "es sumamente razonable el aumento de 3% en el quinquenio".
Metas medibles
Dentro de cada lineamiento hay metas medibles a partir de indicadores.
En cuanto al nivel inicial, se pretende aumentar la cobertura de niños de 3 y 4 años del 75,8% actual a 85% a final del período. En cuanto a educación media, se pretende mantener la cobertura de niños entre 6 y 11 años que está en 99,3%, una tasa muy alta en comparación con otros países de la región.
La asistencia, por su parte se mide en base a cantidad de días que los niños o adolescentes van a clase. Es insuficiente cuando un joven va menos de 140 días al año al aula. En este rubro Uruguay "no está tan bien", aseguró Aristimuño, y dijo que en los últimos años hubo "una caída de la asistencia suficiente".
Otra meta es llegar a 40% de niños de escuelas de quintiles 1 y 2 con alguna extensión de tiempo pedagógico. "Acá nos jugamos la ropa, es bastante difícil de lograr, hoy estamos en 22%. Implica una cantidad de recursos. Es un objetivo bastante ambicioso", indicó.
Uno de las grandes metas responde a "mejorar el egreso en la edad que corresponde al grado de los estudiantes", disminuyendo el rezago.
"En primaria ya tenemos un 20% de niños que terminan sexto con rezago. Ya entran en la educación media con extraedad. A veces esto se asocia al abandono. Parte para solucionar esto es la reforma curricular, trabajar diferente en el aula. Otra parte es poner apoyo para los niños que vemos que están teniendo problemas. Se ha hecho, muchísimo, pero se debe hacer más y mejor", indicó.
En la educación media, se pretende aumentar el egreso de la educación media básica a los 16 años de 67,7% a 75%, y en educación media superior, pasar de 38,1% -"bajísimo"- al 50%.
"Es un cambio sideral. Es una mejora con respecto a hoy, pero una mejora con respecto a la tendencia. Estamos en una meseta, viene muy lento. La consideramos factible, pero la verdad, es de las más dificiles de lograr, porque además tenemos todo el acumulado de rezago acumulado que se inicia en la primaria", dijo.
Aristimuño también se refirió a las metas de aprendizaje, algo que por primera ve se incluye: "Nos pareció que si estamos hablando que lo central son los aprendizajes y que todo lo que vamos a hacer es para mejorar aprendizajes, trayectorias y egreso, había que plantearse algunas metas de aprendizaje, que son las más exigentes y difíciles de lograr".
Como herramienta para la medición se utiliza las evaluaciones Aristas (locales) y las Pisa (internacionales), principalmente en las áreas matemática y lengua, poniendo el foco, principalmente, en los jóvenes que tienen el nivel más bajo de logros.
La entrevistada contó que se busca reducir el número de estudiantes de tercero de escuela que están en niveles 1 y 2 de lectura (en 5 niveles en la prueba Aristas). Se parte de un 47,6% y se pretende llegar a 43% al final del período. Además, puntualizó que prevén que en 2021 ese nivel llegue al 50% por la emergencia sanitaria.
"El efecto COVID. Es una hipótesis bastante plausible de que puede haber en este año un descenso o más niños en niveles más bajos de aprendizajes y luego esperamos que tengamos una mejora", dijo.
Por su parte, en secundaria se apunta a que los jóvenes de 15 años que están por debajo del umbral de competencia definido por las pruebas Pisa a nivel 2 en lectura descienda de 41,9% a 39%. "Parece poco, pero es bastante. Los últimos resultados han sido una meseta y pensar que se va a lograr es que va a haber un cambio de tendencia, una mejora visible", señaló.
Por último, consultada sobre la reforma curricular, Aristimuño dijo que se comenzará a aplicar en 2023, dado que llevará dos años de planificación.
"Está presupuestada la previa pero para la implementación de la reforma curricular todavía necesitamos nuevos recursos. Lo grueso del presupuesto ya está".
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