En Perspectiva

La sociedad de la nieve

A 50 años de la Tragedia de los Andes, la palabra de sobrevivientes, familiares y amigos

Roy Harley, Álvaro Mangino, Ana Inés Martínez Lamas y Pablo Vierci rememoraron el accidente de los rugbiers uruguayos en la cordillera.

13.10.2022 17:41

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2022-10-13T17:41:00
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Por En perspectiva

El 13 de octubre de 1972 un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya que transportaba a 45 compatriotas, incluidos miembros del equipo de rugby Old Christians, se estrelló contra una montaña de la cordillera de los Andes, debido a un error de cálculo del piloto.

En aquel momento, los pasajeros que sobrevivieron al choque iniciaron una lucha diaria por sobrevivir en medio del clima gélido y el ambiente hostil de ese lugar. Diez días después, las tareas de búsqueda fueron suspendidas y muchos dieron como un hecho la muerte de todos los desaparecidos.

Sin embargo, el 23 de diciembre, a 72 días del accidente, dos de los sobrevivientes lograron llegar a la civilización del lado chileno. Unas horas más tarde, guiaron a los helicópteros hasta encontrar los restos de la aeronave siniestrada y, junto a ellos, otros 14 jóvenes, enflaquecidos, debilitados, vestidos con harapos y con la piel y los labios castigados por el sol.

¿Cómo sienten aquella historia hoy los que volvieron, los amigos que los esperaban acá y los familiares de los que quedaron allá? De esto conversaron con En Perspectiva Roy Harley, sobreviviente e ingeniero industrial mecánico; Álvaro Mangino, sobreviviente y técnico agropecuario; Ana Inés Martínez Lamas, hermana de Julio, que falleció durante la primera noche del accidente; y Pablo Vierci, periodista, escritor, investigador y autor del libro La sociedad de la nieve.

Ana Inés recordó a su hermano y dijo que, “dentro de lo que fue el accidente, sufrió poco”. Ante la consulta de si ese dato puede servir como consuelo, ella respondió que “mucho”.

“Me siento parte de este accidente. Lo vivo, lo siento parte mía. Me ha acompañado toda mi vida, me ha acompañado enseñándome mucho, valorando muchísimo la actitud de los sobrevivientes, lo que vivieron, lo que sintieron, el volver, el que son una ayuda para mucha gente”, expresó.

Roy, de 70 años, confesó: “Yo siempre traté de separarme de la historia. Me siento orgulloso de haber vivido lo que vivimos. Si bien fue un desastre, una tragedia para un montón de gente, para nosotros —yo lo miro desde afuera— fue un hecho impresionante que nos tocó vivir, y del cual salimos vivos”.

“Agradezco a Dios todos los días haber podido salir vivo y haber podido vivir esa historia; para mí fue una historia maravillosa. Después yo hice mi vida con Cecilia, tuvimos que formar una familia, sabíamos que íbamos a llegar por el esfuerzo que hacíamos los dos y yo me dediqué a trabajar, y medio que la dejé de lado”, dijo en referencia a lo vivido.

Roy explicó que, recién después de dejar de trabajar, a sus 62, se reencontró con su historia y comenzó a dar charlas, de la mano de otro de los sobrevivientes, Carlitos Páez.

“Yo pensaba que hablando y saliendo a dar charlas, yo hacía que los familiares sintieran dolor. Pero me di cuenta lo que la gente valora escuchar nuestro relato […] que la vida se puede rearmar, que la vida se puede reconstruir, que la vida se puede rehacer, entonces es un mensaje para la gente que sufre. Los ayuda muchísimo”, relató.

Pablo, en tanto, dijo que el mundo entero está hablando los 50 años del accidente del grupo de rugbiers uruguayos: “Se tocó una fibra muy íntima en el ser humano, en la condición humana; si el mundo está ávido por saber más, quiere decir que no hay verdades concluyentes en este tema”.

Álvaro, finalmente, señaló que le costó mucho tiempo procesarlo y poder hablar del tema. “Las sensaciones que yo tenía al principio, cuando volví, era que había que respetar a los padres de nuestros amigos que habían muerto”, contó, y agregó que preferiría que se baje el perfil en medio del aniversario por los 50 años.