La presencia de efectivos uruguayos de las Fuerzas Armadas en misión de paz en la República Democrática del Congo (RDC) se vio marcada en los últimos meses por la muerte de un casco azul uruguayo, Rodolfo Álvarez, en enfrentamientos con el grupo guerrillero M23.

En aquel episodio fueron heridos también el sargento Adrián Fernández, quien sigue internado en un hospital de Uganda y fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas, y los soldados Franco Olivera, Elder Píriz y el cabo de segunda Roque Francia.

Todos ellos estaban como parte de Monusco, la Misión de las Naciones Unidas en la RDC.

El grueso de los cascos azules uruguayos está hoy en el Congo, pero también es importante la presencia en los Altos del Golán, en la frontera entre Israel y Siria, y anteriormente lo fue en la misión en Haití, ya finalizada.

Sin embargo, cuando se dan hechos violentos como los de las últimas semanas, la presencia de Uruguay puede ponerse en duda.

En entrevista con En Perspectiva, el teniente coronel retirado Carlos Polcaro, quien pasó 14 años en el Congo, dijo que la presencia de los cascos azules uruguayos “es fundamental”.

“Uruguay ha desplegado más de 50 mil personas desde el año 48, que fue la primera misión de Naciones Unidas”, sostuvo.

“Obviamente un militar fallecido es mucho, pero han muerto por acción directa solamente cuatro. Han muerto 36 de las Fuerzas Armadas en misiones, pero más que nada por accidentes y otro tipo de cosas”, agregó.

Asimismo, puntualizó que “Uruguay tiene el mandato de la protección de los civiles” y “por lo general se pueden defender, pero no ir a atacar”.

Sobre el caso de la muerte del soldado Álvarez, explicó: “El mortero no se sabe de dónde salió, y no podía salir Uruguay a atacar a los que habían tirado el mortero”.

“La presencia de Uruguay es importantísima en esos lugares porque, lamentablemente, el Estado congolés es un Estado fallido, particularmente en el este, donde no existen las Fuerzas Armadas congolesas”, sentenció Polcaro.

La teniente navegante Natalia Zuluaga, de la Fuerza Aérea, quien estuvo de misión en la RDC como oficial de logística por dos años y medio, contó que a los efectivos uruguayos les “importa” la situación de los congoleses; y por eso son bien recibidos.

“No vamos de misión como un destino. Nosotros vamos porque somos voluntarios”, afirmó, y comentó que “siempre hay una lista de espera porque no dan los cupos de la cantidad de voluntarios que hay”.

En cuanto a la cuestión monetaria, Zuluaga indicó que por misión se cobra un “sobresueldo” y un “viático de Naciones Unidas”, pero descartó que esto sea una motivación principal.

“Es un factor importante por el cual vamos de misión, pero nadie iría solamente por dinero un año a pasar todo lo que se pasa en una misión de paz”, aseveró.

Por su parte, el fotógrafo Armando Sartorotti, quien fue en varias ocasiones al Congo, destacó “la empatía de los uruguayos” en el país y manifestó cómo es la situación con el M23.

“Cuando hablamos del M23, estamos hablando de una fuerza insurgente que tiene escuela de oficiales, un Estado mayor, y una estructura militar que el Ejército mismo del Congo no la tiene”, contó.

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