La sequía, que afecta desde hace varios meses al país, provocará pérdidas por más de US$ 1.000 millones, de acuerdo a lo que anunció el ministro de Ganadería, Fernando Mattos. Esto representa casi el 1.7% del PIB (producto interno bruto) a nivel nacional, aseguró el secretario de Estado el pasado jueves en rueda de prensa.

Según el ministro, ningún dinero será suficiente como para enfrentar una crisis como la que provoca el déficit hídrico. El subsecretario de Ganadería, Juan Ignacio Buffa, recalcó que el número presentado por Mattos “es muy primario, porque está sucediendo el evento”.

Con respecto a la mirada de mediano y largo plazo, se está trabajando en la reestructuración de los modos de producción. “Armar sistemas de producción ganadera que tengan menos animales en los momentos que son más críticos”, resumió Buffa, quien aclaró que para eso es necesario trabajar “mano a mano con los productores”.

“El Gobierno está haciendo cosas para hacer que los productores tengan sistemas más robustos”, aseguró Buffa en entrevista con En perspectiva. Esta línea de trabajo es de las más “potentes” de cara al mediano y largo plazo. 

El jerarca explicó que hay posibilidades de que los productores presenten proyectos de riego ante la Comisión de Aplicación de Ley de Inversiones para obtener financiamiento y así paliar futuras sequías. 

En esa misma línea, el subsecretario indicó que muchas veces la solución radica en que los productores se junten, lo que se suma al apoyo que el ministerio suele dar. A modo de ejemplo, dijo que se pueden hacer tajamares y pozos semisurgentes de mayor tamaño. “Está previsto que se camine por la vía colaborativa”, agregó.