Exactamente 25 años atrás, el mundo esperaba no sólo un cambio de año, ni incluso de siglo, sino un cambio de milenio. El 1 al frente de cada año iba a dejar paso a un 2. Pero, entre la esperanza y la expectativa, también había miedo. Millones de personas estaban en vilo por un fallo informático que amenazaba con provocar el caos en todo el mundo.
A fines de 1999, expertos en tecnología, medios de comunicación y gobiernos alertaban que los sistemas informáticos no iban a poder leer correctamente el cambio de milenio, el pasaje de 1999 al año 2000. Esta situación, conocida como el problema del año 2000 o Y2K, iba a provocar errores en cálculos en millones de bases de datos de todo el mundo. Según los peores pronósticos, a partir del 1 de enero del año 2000, esta falla iba a conducir al colapso de servicios esenciales como la luz o el agua, las cuentas bancarias, el transporte y comunicaciones, con escenarios que hablaban incluso de caídas de aviones que estuvieran en vuelo a las cero horas.
Lo cierto es que fue un fin de año atípico y los libros sobre cómo sobrevivir al Y2K terminaron en la lista de bestsellers. Finalmente, aquel caos masivo no sucedió gracias a un esfuerzo global de prevención.
De todos modos, sí hubo reportes de fallos en algunos sistemas, y a 25 años de aquella histeria colectiva, ¿qué lecciones dejó el caso de Y2K?
En entrevista con En Perspectiva, los ingenieros Nicolás Jodal y Miguel Brechner comentaron sobre la causa del error y la vivencia del suceso, el que Jodal recordó como “crítico” y “nervioso”.
“La causa raíz, que si la mirás ahora es increíble, tenía que ver con que antes almacenar datos era muy caro, entonces uno trataba de comprimir los datos”, comentó Jodal. El ingeniero explicó que con la causa de ahorrar datos, si a una computadora se le ingresaban los años 1992 o 1960, “el 1900 siempre se repetía”, por lo que se ingresaban solo los últimos dos números y se “ahorraban” dos dígitos. El CEO de Genexus destacó además que en ese entonces “el mejor ingeniero era el que ahorraba más”.
Por su parte, Jodal contó haberse ido a dormir “con total tranquilidad” cuando ocurrió el cambio de milenio, pero que le “duró hasta la mañana”. “A las 07:00 horas me llamó Laura, mi secretaria, y me dijo que teníamos un cliente de Polonia que había llegado primero al año 2000 y que cuando fue a trabajar, no le funcionaba GeneXus”.
De acuerdo con su anécdota, el problema era que la gente no podía entrar a GeneXus por una falla interna del sistema. “Tuvimos la suerte que fue un tipo en Polonia a las 7 de la mañana, que fue a trabajar el primero de enero y nos alertó del problema”, sostuvo Jodal y afirmó que para la tarde del 1 de enero logró solucionar el fallo sistemático.
“En mi caso en particular, a mí me causa mucha gracia el apocalipsis de alguna gente sobre ciertos temas”, opinó Brechner. El ingeniero argumentó que cree que “el hombre tiene mucho que ver” en la causa de estos problemas, y que por eso “obviamente había gente responsable que estaba revisando esto y corrigiendo” el fenómeno Y2K desde antes.
“Por eso no pasó nada, y yo te decía que cuando empezó, me reía mucho porque me fascinaba que todo el mundo contrataba especialistas auditores en Y2K, y se generó un negocio multimillonario en el mundo”, recordó Brechner. El fundador del Plan Ceibal aclaró el problema “existía” y que “era serio”, pero que en situaciones de este tipo “hay que confiar también que la mayoría que está en esto hace las cosas bien, porque sino el mundo no funcionaría”.
“Mirándolo en perspectiva, el ruido fue gigante y los problemas menores, pero más vale ruido y que no haya problemas que no ruido y que sí haya problemas”, aseguró Miguel Brechner.
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