En un mano a mano, Luis Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro debatieron entre sí, a dos semanas del balotaje que definirá quién será el próximo presidente de Brasil. En el encuentro, ambos se acusaron de mentir y se lanzaron ataques dialécticos, tales como “pequeño dictador” o “vergüenza nacional”.

El actual mandatario y el líder de izquierda se acusaron, además, de corrupción y de agudizar la pobreza en Brasil a lo largo del debate televisado, en el que por primera vez se vio a ambos solos, uno junto al otro, llegando incluso a tocarse cuando Bolsonaro puso una mano sobre el hombro de Lula.

“Lula, pare de mentir, es malo para un hombre de su edad”, le dijo Bolsonaro, de 67 años, a su contrincante, de 76. “Usted es el rey de las fake news, el rey de la estupidez”, le respondió Lula, quien acusó duramente a Bolsonaro por su “negligencia” durante la pandemia que mató a más de 680.000 personas en Brasil.

Bolsonaro calificó a Lula de “vergüenza nacional”. “Usted debería quedarse en su casa, disfrutando de la vida, y no queriendo volver a la escena del crimen”, señaló el presidente, citando casos de corrupción durante el gobierno de Lula. El izquierdista contraatacó y dijo que Bolsonaro es un “pequeño dictador que quiere ocupar la Suprema Corte”, refiriéndose a una propuesta para modificar el máximo tribunal, aunque el mandatario se comprometió a no avanzar por ese camino.

Las idas y vueltas en los debates siempre dejan algo. Por ejemplo, en el primer debate presidencial, Bolsonaro salió con saldo positivo, reflejado posteriormente en las encuestas dado que se había acercado a Lula, quien lideraba en los trabajos de opinión pública.

Pero, este en particular, ¿qué dejo? El programa En Perspectiva de Radiomundo dialogó con su corresponsal en ese país Marcelo Silva da Sousa, quien destacó que el debate venía precedido por un clima de tensión y acusaciones a Bolsonaro de pedofilia, luego de unas declaraciones que hizo públicamente sobre un encuentro que tuvo en el marco de la campaña electoral con jóvenes venezolanas que estaban en Brasil para ganarse la vida.

Estas palabras las utilizaron los dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) para acusar a Bolsonaro de “depravado”, y calificaron la situación de “repulsiva”. “Eso hizo llegar a Bolsonaro nervioso al estudio de televisión”, según destacó el corresponsal.

En Perspectiva · Entrevista Marcelo Silva de Sousa - ¿Qué dejó el primer debate Bolsonaro-Lula rumbo al balotaje?