El jefe de la custodia del presidente Luis Lacalle Pou, Alejandro Astesiano, fue detenido este domingo por orden de Fiscalía. Si bien Astesiano tiene un historial policial con más de 20 indagatorias desde 2003, y de haber cometido un delito de estafa en 2002, el Ministerio del Interior señaló que en sus registros el custodio no tenía antecedentes penales, y Lacalle expresó que no había tenido “indicios” de un accionar irregular. De lo contrario, dijo el presidente, “no le habría entregado lo más preciado”, en alusión al cuidado de su familia.

El abogado penalista Germán Aller explicó a En Perspectiva por qué, a pesar de haber cometido un delito 20 años atrás, Astesiano no tiene antecedentes penales. La razón es la siguiente: “Una persona no tiene antecedentes penales en tanto no haya sido condenada”, señaló. A pesar de que el custodio de Lacalle tuvo un procesamiento sin prisión en 2002, no tiene antecedentes penales porque no hubo condena.

Además, Aller explicó que el hecho de que una investigación no resulte en condena no significa que no se pueda seguir trabajando en ella, y por eso también se conserva la información que aborda al hecho. Sin embargo, esos hechos, al no ser un antecedente penal, no aparecen en trámites cotidianos como, por ejemplo, al sacar el Certificado de buena conducta. “En ese caso, hasta que la persona no tenga una causa penal abierta, no puede verse afectado”, agregó el especialista.

En tanto, Aller indicó que las indagatorias policiales en sí mismas no constituyen un antecedente. Sí pueden llegar a derivarse a un fiscal, que luego lo llevará a un juzgado, donde la persona podrá ser formalizada o no.

Más allá de que Astesiano no tuviera antecedentes penales, para Aller la situación “preocupa” y, de alguna manera, expone “lo que es la seguridad del presidente”. Porque “no cabe duda de que son hechos de riesgo en el ámbito de una jerarquía máxima del Estado”. Por eso, la gestión “implica asegurar que las personas contratadas sean las adecuadas”, agregó el penalista.

Aller también puso énfasis en la “falla estructural” que sugiere que una persona con el legajo de Astesiano ocupe el cargo de jefe de custodia del presidente. El abogado dijo que “una persona con características que no coadyuvan en lo que se pretende o espera, que esté al servicio de un rol tan delicado como es el cuidado del presidente [es] más que un problema reglamentario, es de criterio”.

Sin embargo, el penalista aseguró que este hecho no implica una responsabilidad penal por parte del presidente ni de las personas que avalaron su contratación. “De repente ocurre que luego nos damos cuenta de que esta persona no tiene ninguna implicancia con ninguno de los hechos acontecidos en los últimos 20 años”, dijo Aller, y, en ese sentido, calificó a Astesiano de “presunto inocente”. Aunque existe la posibilidad de que el custodio no sea imputado por la causa en la que se lo investiga ahora, si llega a confirmarse, “cae por su peso que la decisión no fue correcta, porque la persona no era idónea para su favor”, concluyó el penalista.