La Comisión de Expertos de Seguridad Social (CESS), que fue creada en noviembre del 2020 para realizar una reforma en el sistema de seguridad social, terminó su etapa de diagnóstico, que fue entregada al Poder Ejecutivo y al Parlamento, y ahora se encuentra avanzando en la propuesta que elevará al gobierno para que este haga un proyecto de ley.
Dentro de las conclusiones que llegaron en el trabajo previo, se advirtió que en un futuro los uruguayos pueden tener problemas para el acceso a la jubilación. Es justamente por esto que de los expertos surgió la posibilidad de implementar una prestación denominada "pilar 0".
El periodista Emiliano Cotelo y la periodista Romina Andrioli conversaron con el economista y miembro del CESS Alejandro Forteza.
El especialista aseguró en primer lugar que no es fácil estimar cuál es la magnitud del problema al que se llegó en las conclusiones mencionadas anteriormente, de hecho, contó que desde hace ya 20 años que está intentando hacer aproximaciones sobre esto. Asimismo, indicó que este problema no es exclusivo del Uruguay, sino que es algo que se repite en el resto del mundo, por tanto, se sabía que podía pasar.
"En general, los diseños que el Uruguay tuvo desde siempre en los sistemas de jubilaciones y pensiones no son los más adecuados para atender ese tipo de situaciones porque estos regímenes de tipo contributivo que requieren una cierta cantidad de años de servicio la reforma del 1995 lo puso en 35, después volvió a bajar a 30 la cantidad de años requeridos para acceder a la jubilación y eso definitivamente es un problema cuando se trata de protecciones de bajos ingresos. Estos (los de bajos ingresos) típicamente les cuesta mucho a cumplir esos requisitos. Entonces, se da una paradoja terrible que es que el sistema trata particularmente mal a los sectores de bajos ingresos. Una persona que aportó 15 años pierde mucha plata con la seguridad social. Y la gente que aporto 15 años típicamente es de muy bajos ingresos", explicó Forteza.
El experto reconoció además que en nuestro país existen "unos cuantos parches" que hacen que la situación no sea crítica ni mucho menos, de hecho, según dijo, si se mira la evidencia que tenemos a partir de la encuesta de hogares, la pobreza en la tercera edad, comparativamente con otros países, "es muy baja".
"Esto seguramente tiene que ver con el sistema de seguridad social. La pobreza en la tercera edad, la última medición que tenemos, previo a la pandemia, andaba en el en torno a 1,7% de la población de más de 65 años. Mientras que en los niños esta cifra era 10 veces mayor. El sistema de jubilaciones y pensiones al final cubre, entre otras cosas, por la jubilación en edad avanzada. No solo eso, sino que fue reformada hace unos años porque hasta el año 2008 se accedía recién a los 70 años y después se bajó a los 65, pero yo le llamo parches a estas cosas. Son soluciones parciales", opinó.
Según el reporte que elevaron en marzo al Parlamento y al Ejecutivo, un 50% de la población no se podría jubilar a la edad de 60 años y con 30 años de aportes. Esta situación "es bastante compleja", según dijo, y es una situación que "no se resuelve con los complementos" actuales con los que cuenta el sistema de seguridad social y es allí que surge el "pilar cero".
"Creo que el pilar cero es válido más en general. De hecho, uno los ve en todos los países del mundo desarrollado donde no tenían este problema, pero ni que hablar que cuando tenemos esta dificultad, creo que el pilar cero tiene mayor vigencia. Creo que en América Latina es central", dijo Forteza.
Sobre lo que es
La seguridad sociales es lo que tiene que ver con las jubilaciones y pensiones, y tiene dos grandes financiamientos: las contribuciones que hacen las personas y empleadores en la etapa activa (tipo contributivo) y lo que viene de recursos que provienen de rentas generales, es decir, de recaudación de impuestos generales (tipo no contributivo).
"El pilar es de tipo no contributivo, esto del pilar cero, se basa en este segundo financiamiento en lo que viene de impuestos generales. No se financia con los aportes realizados por las propias personas y por eso se entiende que es el recurso más adecuado para atender especialmente el problema de gente que no tiene condiciones para financiar una jubilación en base a sus propios aportes. Lo más evidente es el caso de gente que prácticamente no tiene actividad en el mercado de trabajo formal, podría ser, por ejemplo, el caso de personas que se dedican a las tareas del hogar. Esa gente no tiene contribuciones y no sería adecuado pedírselas", explicó.
Esa gente necesita "otra cosa" y la idea "es integrar todo", dijo el experto, al tiempo que destacó que Uruguay ya tiene algo de esto, pero que no tiene un diseño "lógico coherente".
"Hay infinidad de programas y programitas, Uruguay tiene ya una fuerte tradición (en la seguridad social) y de hecho las primeras cosas con nombre y apellido de esta naturaleza tiene más de un siglo. La pensión vejez tiene más de un siglo en Uruguay. No estamos hablando de cosas que sean extrañas al país. Lo que no tenemos es un diseño integrado; todavía el sistema está bastante fragmentado. Si bien se ha ido integrando gradualmente a lo largo de las décadas todavía le falta integración y esta es una de las áreas en la que es claro que les falta", señaló.
"No están bien focalizados, no estamos seguros de que estamos realmente cubriendo todo el mundo. Estamos utilizando algunos mecanismos que son bastante informales. La idea es utilizar todos esos recursos que ya se vuelcan, organizarlos de una manera más sistemática para estar seguros de que tenemos un ingreso mínimo garantizado para todo el mundo", agregó.
El funcionamiento
En primer lugar, Forteza dijo que "pilar cero" tiene "vocación universal". Es decir, cualquier residente país (habrá que definir exactamente lo que es residente) que supere el límite de edad ya tiene derecho con independencia de lo que haya hecho, según Forteza.
"Eso no quiere decir que uno le va a hacer una transferencia que tiene un ingreso mensual de cinco mil dólares. Lo que tiene derecho es a un ingreso mínimo garantizado. Si esa persona ya tiene su ingreso por otro lado, no le vamos a estar dando ningún complemento. Entonces, en ese sentido es que el esquema busca garantizar que nadie esté por debajo de cierto umbral. Si ya lo financia en base a sus jubilaciones típicas contributivas o en base a que ahorró en su vida, compró una casa, la alquila y con eso vive, esa gente no va a recibir una transferencia, pero sí está garantizado que tiene un ingreso por encima de ese umbral mínimo", afirmó.
"En el caso de una persona que con 62 años tenía 24 años de aportes y se queda sin trabajo, llegada a la edad mínima que se establezca para este programa obviamente va a tener derecho. La idea es que en ese caso no solo va a tener derecho a acceder a un ingreso mínimo, sino que a algo más porque se le va a reconocer los aportes realizados. Se le va a reconocer esos derechos ya generados", ejemplificó.
Lo que están proponiendo es que a la edad que se establezca este programa, la persona obtendría una jubilación (que es el ingreso mínimo) más un cierto porcentaje que reconoce los aportes realizados. Visto al revés -planteó- podría ser la jubilación que la persona generó por la cantidad de años trabajados, más el complemento mínimo.
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