“En la región, hay un poco más de 56 millones de personas que pasan hambre, más del 8% de la población regional”, señaló el director regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin, en entrevista con En perspectiva. Agregó que la cifra tuvo un aumento del 30% durante la pandemia de covid-19.

También comentó que, en términos de nutrición, a nivel global, “más de 2.100 millones de personas no se alimentan correctamente”, y en América Latina “hay más de 130 millones que no se alimentan correctamente”.

En el continente, “cerca del 24% de la gente es obesa o tiene sobrepeso”, y “el 7,5% de los niños menores de cinco años son obesos o tienen sobrepeso”, indicó.

Con respecto a la crisis hídrica en Uruguay, esta “demostró que el país no está fuera de ninguno de los procesos globales”, porque “no hay seguridad alimentaria sin seguridad hídrica”, según Lubetkin.

“El agua tiene que ser bien utilizada porque no es solamente para consumir, es también para la agricultura, la ganadería y, por lo tanto, tiene que ver con el desarrollo económico y la estabilidad del país”, afirmó, y aseguró que la sostenibilidad del agua “es una combinación de responsabilidades políticas de los Gobiernos con las responsabilidades culturales de los ciudadanos”.

En alusión al grado de prioridad que le otorgan los Gobiernos a este tema, Lubetkin dijo que “empieza a ver cada vez más una comprensión de que esto no es responsabilidad de uno”.

“He visitado en estos pocos meses unos cuantos países y he tenido diálogo directo con presidentes de diferentes colores políticos. Muchos están asumiendo en primera línea el tema de garantizar la seguridad alimentaria como parte de la política estratégica”, sostuvo.

Además, se refirió a la transformación de sistemas agroalimentarios y lo definió como el “manejo correcto de la tierra para que pueda seguir plantándose a futuro, uso correcto de las semillas para la calidad del producto y uso correcto del agua”. 

“Nunca como ahora es clave la integración de los países de la región, América Latina y el Caribe, para afrontar los temas de la inseguridad alimentaria”, subrayó Lubetkin.

“El Caribe no es una región que pase hambre, pero el turismo los dejó destrozados después de la pandemia. En América Latina, el promedio de costo para comer bien es 3,89 dólares por día, superior al de otras regiones”, dijo en referencia a la situación de ambas regiones.

Lubetkin también participó en el lanzamiento de un proyecto binacional entre Uruguay y Brasil para mejorar la gestión de la cuenca de la laguna Merín, una fuente de agua dulce estratégica para la FAO, y mencionó que el acuerdo “demuestra que se mantiene esa relación notable” entre países.