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Poliespiritualismo

“Los uruguayos somos religiosos, pero con un gran pluralismo”, afirmó Miguel Pastorino

El filósofo afirmó que “hay un incremento en la búsqueda espiritual” que se ve en redes sociales con prácticas como el yoga o la autoayuda.

06.01.2025 14:57

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2025-01-06T14:57:00
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Por En perspectiva

Según la última encuesta de Latinobarómetro, el 52% de los uruguayos dice no tener religión alguna, el máximo registrado desde que se hace esta encuesta. Esto ubica a Uruguay como el país con menos personas religiosas de la región, seguido muy de lejos por Chile, donde el 37% de los encuestados dice no tener religión.

El doctor en filosofía, especializado en filosofía de la religión, Miguel Pastorino, coordinador de La Mesa de Filósofos, consideró en diálogo con En Perspectiva que el dato del Latinobarómetro “no sorprende”. “Es una tendencia que viene desde hace mucho tiempo. De hecho, el catolicismo viene en baja fuertemente en toda América Latina desde los años setenta. De todas maneras, Uruguay siempre ha sido el que ha tenido menos católicos de la región”, planteó.

De todos modos, Pastorino hizo una distinción entre el catolicismo practicante y el catolicismo “cultural”.

“En Uruguay se mantiene el porcentaje de católicos practicantes, siempre está en un 4 o 5%, no ha variado en las últimas décadas. Lo que cae estrepitosamente es lo que se llama el catolicismo 'cultural' o 'nominal'. Es decir, gente que se decía católica, porque fue a colegio católico, a tomar la comunión, etc. Es algo que tenía más peso social y viene cayendo porque no hay una tradición cultural de catolicismo, como había antes”, expresó.

En este punto negó que en Uruguay haya disminuido la cantidad de creyentes. “A veces se interpreta que hay una especie de éxodo de fieles. No, lo que hay es una caída del que no iba a la iglesia, pero se decía católico. Eso va desapareciendo, no solo en Uruguay”, contó.

“En Uruguay siempre está eso del creyente que no practica. Me decía un amigo colombiano que estudia estos fenómenos que en Colombia es al revés: tienen muchos practicantes que no creen. O sea, gente que asiste al culto por una especie de tradición y a veces tiene una especie de ateísmo práctico en la vida”, narró.

De acuerdo con Pastorino, estudios cualitativos recientes dan cuenta de que personas ateas tienen espiritualidad o prácticas espirituales. En contraste, también, según el experto, estos estudios "entrevistan a gente que se dice católica y que en realidad de repente no hay una práctica espiritual cotidiana”.

“Es muy interesante porque cuando entrás en la vida de las personas las categorías empiezan a volverse un poquito más grises”, detalló y agregó: “Hay un incremento en las búsquedas espirituales, se puede ver en las redes sociales, en lo que tiene que ver con el desarrollo personal, pero que va por otros cauces que no son las religiones tradicionales”.

En este punto habló del yoga, el mindfulness o la autoayuda. “Mucha gente que practica yoga, por ejemplo, tiene una vida espiritual muy profunda. El yoga proviene del hinduismo, y no es que lo practiquen como quien hace gimnasia. Hay gente que sí, pero para mucha otra gente el yoga es parte de su vida espiritual, pero no dice: 'Soy una persona religiosa' Sin embargo lo es”, apuntó.

En ese sentido, recordó que “el budismo es una religión sin dios”. “Hay muchos ateos que en Occidente simpatizan con el budismo en cuanto a sus prácticas personales. O sea, hay personas que tienen un problema con el teísmo, no creen en Dios, pero no están en contra del desarrollo espiritual y el budismo se ha vuelto una especie de camino interesante para muchas personas ateas”, desarrolló.

“Esto viene de muy atrás, se trata de un fenómeno que los sociólogos franceses llamaron en los noventa la 'desinstitucionalización de la religión', solo que viene en aumento”, complementó.

“Hay un dato real y es que los uruguayos somos religiosos, porque hay un alto porcentaje de gente que tiene ese tipo de creencias o prácticas, pero con un gran pluralismo que no es el pensarlo siempre como pertenencia a determinadas instituciones”, resaltó.

Según Pastorino “hay una simplificación que opone la religión con la espiritualidad”. “Lo cierto es que uno puede hablar de la religión como institución, pero se puede hablar también de la dimensión religiosa de la persona. Los estudios antropológicos demuestran que el ser humano siempre se hizo preguntas metafísicas, trascendentales, en las que busca preguntarse por el sentido de la vida, por el más allá de la muerte. A esto me refiero por la dimensión religiosa”, explicó.

Pastorino también habló de qué tipo de religiosidad es la tendencia hacia la que se va: “Hoy en día la religión o la propuesta espiritual que más puede crecer es la que hace énfasis en la experiencia, en lo que se puede vivenciar”.

“Estamos en la sociedad de la experiencia. Esto tiene que ver con que la propuesta espiritual que puede generar más impacto es aquella que ofrezca una experiencia digna de ser vivida y que sea transformadora”, completó.

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