A menos de dos semanas de las elecciones internas, dentro del Partido Nacional Álvaro Delgado lidera con comodidad en todos los sondeos, seguido a una distancia apreciable por Laura Raffo. Tercero, con menos de 10%, se ubica el senador Jorge Gandini.
“Yo tendré el 10% pero sin ese 10% no ganamos, o sea, aun los 100 gramos hacen el kilo. No sé cómo nos va a ir, pero si no estamos nosotros ampliando la base del partido, capaz que al partido le falta lo que necesita y nuestra candidatura es muy necesaria. Por eso todos tenemos algo para aportar”, destacó Gandini en conversación con En Perspectiva.
El wilsonista contó que en su precandidatura primero tuvo “que remar” para darse a conocer, ya que, “increíblemente” un 40% de personas no sabían quién era Gandini al comienzo de su campaña.
“A pesar de que uno está años en esto, hay frecuencias de banda. Hay gente que está en otra”, consideró y apuntó a que un 20% de los electores no conocía a Álvaro Delgado.
“También los aparatos son muy importantes en las internas y no solo en lo nacional sino en lo departamental”, destacó y habló del apoyo que recibe el exsecretario de presidencia por parte de 13 de los 15 intendentes blancos.
De todas maneras, puso en manifiesto la convicción que tiene de levantar la “bandera del wilsonismo” y recordó que, tras la muerte de Jorge Larrañaga, si no se presentaba él “iba a quedar un pedazo del partido sin representar”.
“Yo no sé si iba a votar afuera pero seguro no iba a estar entusiasmado como lo tenemos ahora con más de 120 listas en todo el país”, ponderó y afirmó que “es verdad que el exitismo de quien gana ayuda a ganar, las encuestas son también formadoras de opinión, pero eso a mí no me desalienta para nada”.
“Me encantaría ganar y liderar todo el proceso, pero no salimos para ganarle a Delgado, salimos para ganarles al Frente Amplio, para ser parte de un próximo gobierno de coalición y blanco y estar en la mesa chica incidiendo con nuestras ideas”, expresó.
El legislador blanco afirmó que las ideas que tiene en esta campaña las llevará adelante desde donde le “toque”. “Tendré más oportunidades de concretarla según los votos que saque y la representación que tenga”, admitió.
Gandini también considera que en Montevideo “puede ser” que el wilsonismo vote “mejor” que en otros departamentos.
En esta línea brindó otro dato: de los 10 ministros, 9 respaldan a Delgado. “Eso no le hace bien al partido. Yo ya me rebelé con aquello de lista única al directorio, no me gustó. Porque a los blancos no nos gusta eso de que la cúpula se junte y arregle”, consideró.
“Estamos recorriendo un camino de lealtad con el partido, pero con una voz propia, eso es muy blanco”, destacó.
El líder de Por la Patria recordó la propuesta que hizo pública el pasado jueves para que todos los partidos políticos firmen un “pacto antinarco” antes de los comicios nacionales de octubre.
Según este planteo, el acuerdo implicaría el blindaje de las fronteras, la incorporación de militares en tareas de patrullaje y la mejora de la rehabilitación de los privados de libertad, entre otros puntos, que se implementarían a través de una Ley de Urgente Consideración (LUC).
“Desde hace un buen tiempo vengo diciendo que tenemos recursos humanos calificados para trabajar en materia de seguridad y no los usamos, o los usamos disimuladamente, que son los militares”, consideró y recordó su propuesta de “sacar a los militares a la calle para ayudar a la policía en la tarea de vigilancia y patrullaje”.
Esto, según el wilsonista, no es una novedad: “A partir de 2018, con la ley que establece que los militares pueden hacer patrullaje y vigilancia en la zona de frontera, la define como una franja de 20 kilómetros a partir de la línea visual”.
“Ahí los militares están haciendo patrullaje: identificación de personas, vehículos y sus cargas. Pueden detener in fraganti delito, conducir a la Fiscalía y pueden usar la fuerza en proporción a la agresión. ¿Por qué no podemos hacer esto en algunos barrios de Montevideo en donde la autoridad es disputada por el crimen organizado y va la Republicana, que es la única que entra bien, y, cuando se va, la gente llama para pedir que vuelva?”, se preguntó Gandini.
El nacionalista asegura que “la gente está a favor” de esa iniciativa. “Salvo en zonas más cómodas, en todas las zonas en donde la gente está sufriendo esto, está de acuerdo”, comentó. “Pero los políticos están todos en contra”, contrastó.
Para Gandini el pacto sobre el narcotráfico surge de un “click” que se hizo luego de la tragedia del barrio Maracaná, en donde delincuentes asesinaron a cuatro personas, entre ellas a un niño de 11 años. “No fue una rapiña, fue un acto del narcotráfico”, opinó.
A partir de allí “los dirigentes empezaran a hablar de hacer un acuerdo de políticas de Estado”. “Como yo ya viví varios intentos de acuerdo, que no se concretan porque tenemos visiones diferentes, lo transformé en un pacto anti narco”, contó y dijo que este pacto es necesario “antes de que el Uruguay se transforme en uno de los países que nos rodean”.
“Tenemos una gran virtud como uruguayos: podemos ver el futuro, leemos el diario del lunes, miramos lo que pasa en otros lados y al final todo llega acá, un poco más tarde, pero llega. Lo que antes veíamos en Netflix: México, Colombia, Paraguay, Ecuador, hora lo vemos acá”, apuntó y habló de ajustes de cuentas, disputas territoriales, entre otras situaciones.
Gandini consideró que “hay que blindar” al país y que allí residen “los temas del pacto”. “Estamos regalados: así como en Uruguay camina el presidente sin custodia y entrás al Palacio Legislativo así solo y pasás y nadie te revisa si llevás un revolver, porque el Uruguay es así, también nuestras fronteras son muy vulnerables”, comparó.
“Blindar es controlar mejor nuestra frontera para que sea más complicado entrar, porque, de todo lo que entra, la gran mayoría sale y una parte queda”, amplió.
Sobre lo que “queda” Gandini habló de “drogas caras”, pero también de “deshechos de la cocaína que se transforman en pasta base”.
“El control de esas drogas no lo hemos logrado legalizando la marihuana”, contrastó y habló de invertir en radares y escáneres para ese control. “Si no invertimos vamos a perder muchas de las cosas que hemos conquistado, que no solo es la paz de la gente, también es la llegada de inversores y de iniciativas que requieren un país seguro”, aseguró.
“Por eso digo: hagamos una LUC, hablemos de algo concreto, pongámosle papel y lápiz y tratemos de generar un acuerdo antes de saber quién va a ganar al menos sobre un marco legal”, resumió.