En apenas dos semanas el fiscal Raúl Iglesias tomó polémicas decisiones y provocó una especie de tormenta en la Fiscalía General de la Nación.

Iglesias asumió el 9 de mayo al frente de la Fiscalía de Delitos Sexuales que hasta entonces estaba a cargo de Sylvia Lovesio. Esta Fiscalía, entre otros casos, investiga la denuncia de una violación grupal en el barrio Cordón en enero de este año.

A los pocos días de su llegada, el especialista en delitos sexuales anunció que iba a pedir el retiro de la prisión preventiva de los tres imputados en el expediente pasando al régimen domiciliario, una decisión que le valió reproches de los abogados defensores de la víctima.

Asimismo, cuando llevaba poco más de una semana en el cargo, archivó 300 causas por delitos sexuales que estaban bajo su jurisdicción.

La Intersocial Feminista se pronunció al respecto y solicitó una audiencia al fiscal de Corte Juan Gómez, quien pidió información al Departamento de Políticas Públicas de Fiscalía acerca del archivo de estas causas.

Iglesias, por su parte, sostuvo que Gómez “cede” ante presiones de la intersocial y se entromete en su independencia técnica.

El experto conversó con Emiliano Cotelo y Romina Andrioli, conductores de En Perspectiva.

En Perspectiva · Entrevista Raúl Iglesias - Archivó 220 causas y acusa a fiscal de Corte de ceder ante presiones

Iglesias se refirió a su pedido de prisión domiciliaria para los imputados en el caso de Cordón. “La medida cautelar de prisión preventiva me parecía que se podía sustituir por otra menos gravosa puesto que, como fiscales, nosotros no solo tenemos que proteger a las víctimas”, sino también brindar garantías “para todas las partes involucradas”.

“Los imputados son inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Tener personas de 18 años, primarias, en una cárcel no me parece la mejor opción”, opinó al tiempo que aclaró que quien tendrá la última palabra será el juez.

En esta línea, continuó: “Las personas negocian de otra manera si están presas o están en un régimen de libertad” y aclaró que se refiere a un régimen de arresto domiciliario “total”. De acuerdo con su visión, si se llega al proceso abreviado, se hace en “mejores condiciones”.

Cotelo le recordó que la prisión preventiva fue pedida por la fiscal, aceptada por la jueza y luego confirmada por un Tribunal de Apelaciones, a lo que Iglesias contestó: "Las cosas cambian, se pueden sustituir, modificar: no son eternas”.

Uno de los planteos de los abogados de la denunciante es que la Ley de Urgente Consideración (LUC) obliga a los fiscales a pedir la prisión preventiva siempre que estén solicitando la formación en una investigación por abuso sexual agravado.

“Sí, pero la LUC no puede estar por encima de la Constitución y los pactos internacionales”, apuntó el fiscal y agregó que si él entiende que “no están dados los riesgos procesales —porque en algunos casos no están esos riesgos—, a pesar de que la ley me obligue en teoría, yo entiendo que el imputado tiene derecho a un juicio en libertad”. 

Y, en caso de que exista riesgo procesal “tampoco ir a la prisión preventiva porque lo diga la LUC". “Esto me puede traer problemas con la Fiscalía General de la Nación, sumario, sanciones, pero yo quiero estar tranquilo con mi conciencia y con lo que corresponde”, manifestó y dijo, a su vez, que esto es "más garantista" para la víctima.

En tanto, el especialista reafirmó su postura y la decisión que tomó, en la medida de que está "absolutamente convencido" de que actuó en forma correcta. “Quien me conoce un poquito sabe que yo muero con la mía si estoy convencido y voy hasta el final”, determinó.

Respecto al cuestionamiento realizado por el abogado Raúl Williman, quien lo acusa de "revictimizar" a la denunciante, el fiscal replicó: “Yo jamás tuve problemas con ninguna víctima ni con los familiares de las víctimas. Al contrario, en mi legajo obran notas de agradecimiento por el trabajo realizado y les he dicho a las personas, mirándolos a la cara, ‘no tienen nada que agradecerme, solo hago mi trabajo, es lo que corresponde’”.

Por otra parte, Iglesias puso sobre la mesa la posibilidad de que la víctima sea imputada por el hecho de que uno de los participantes del acto sexual es un joven menor de edad.

“Uno, cuando tiene que investigar estas cuestiones, a veces las cosas aparentan ser de una manera y terminan siendo de otra, entonces aquí puede pasar que los que aparecen como imputados después no lo sean y que la causa termine en un archivo o termine en otra cosa”, indicó y agregó que “son las que el sistema tiene”. A su vez, sostuvo que no pretende "amedrentar" a la víctima. 

En cuanto a la decisión de archivar 300 casos activos luego de su llegada a la Fiscalía de Delitos Sexuales, comentó que "algunos" eran casos "con poca evidencia".

"El artículo 98 (Código del Proceso Penal) le permite a la persona, si entiende que el archivo no es fundado, hacer todo un procedimiento y que el fiscal que lo archivó salga del caso y que lo trabaje otro. Las garantías están dadas, no es que ese caso no se va a poder ver nunca más”, explicó.

“Sé que duele porque son causas importantes pero no se abrieron durante dos años y son casos a veces de cinco años para atrás, ¿qué puedo hacer ahora? Y tengo 700 casos más que sí tengo evidencias para continuar, entonces me tengo que focalizar en eso: depurar y priorizar”, señaló.

En este sentido, contó que cuando tuvo acceso a los casos, se encontró con que eran "muy viejos" y que tenían "escasa evidencia", por tanto "no podía continuar en forma útil", estimó.

Cotelo volvió sobre esa frase y lo cuestionó: "¿No es obligación del fiscal seguir investigando y buscando pruebas?". En tanto, Andrioli se refirió al corto plazo en el que Iglesias tomó la decisión de archivar las causas: “Estamos hablando de diez días, ¿cómo hacía?”.

“Trabajando 18 horas al día o más (…) Lo que quisimos hacer fue algo razonable, se nos cuestiona por eso, por trabajar”, dijo y sostuvo que el mensaje es una “crítica” al procedimiento que se sigue después de recibir una denuncia: “Es una crítica a la policía, a los sistemas de salud y es una autocrítica fundamentalmente”.

“Empecemos por casa, por Fiscalía: ¿por qué tenemos tantos casos en bandeja? Deberíamos tener menos pero no damos a basto”, lamentó.