El Senado definirá este martes, con los votos de la coalición de gobierno, el llamado a sala del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, en régimen de Comisión General, luego de que el jerarca pidiera ser recibido “en forma urgente” a la vicepresidenta Beatriz Argimón.

Si bien Heber no aclaró sobre qué hablará, es de esperar que explique a los senadores aspectos de los policías involucrados en el caso de explotación sexual en contra de Gustavo Penadés.

Por su parte, la bancada de legisladores del Frente Amplio (FA) decidió interpelar al ministro, ya que considera que debe renunciar a la cartera “por acción u omisión”.  

Para el senador blanco Sebastián Da Silva, sería “medio ridículo” que, durante el llamado a sala, se realicen los dos regímenes. “Es más que nada para la tribuna si es interpelación o no; lo importante acá son las explicaciones del ministro, que sean satisfactorias y aclaren”, dijo a En perspectiva.

De todos modos, consideró que el ministro “tiene la suficiente espalda y kilometraje como para bancarse otra interpelación”.

En el caso de que Heber sea interpelado por la oposición, podría tener consecuencias políticas. En tanto, en un llamado a la Comisión General, no. De todas formas, Da Silva argumentó que no conoce ninguna Comisión General en la que “si no hay satisfacción, quede un ministro a salvo”.

El legislador sostuvo que más allá de “ganarle de mano al FA”, la solicitud de Heber busca poner luz sobre estos temas tan oscuros”. “Desde que [Carlos] Taroco fue formalizado hasta ahora, me imagino que en el ministerio se habrán dado una serie de investigaciones administrativas que pueden llegar a arrojar luz sobre este tema”, expresó.

Al ser consultado sobre qué dirá Heber, el senador blanco dijo que no sabe, aunque, imagina, dará “alguna explicación sobre el tema”, ya que “por algo decidió comparecer”. El senador dijo que con el jerarca tiene “conversaciones informales y un atado de cabos de cómo se llegó a Taroco”.

“A mí me preocupa mucho más asegurarle a la población que acá no queda nada impune; la responsabilidad política, el oportunismo y todo lo que ya sabemos que el FA viene haciendo desde, por lo menos, que organizó el primer caceroleo en 2020”, rememoró Da Silva.