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Ya pasó el tren

“Hay un sentimiento de alivio”: las peripecias de la construcción del Ferrocarril Central

El ingeniero Alejandro Ruibal, director de Saceem, contó cómo fueron los cuatro años de obra y qué desafíos tuvieron que enfrentar.

23.04.2024 11:58

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2024-04-23T11:58:00
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Por En perspectiva

A una semana de la inauguración del Ferrocarril Central, el ingeniero Alejandro Ruibal, director de Saceem, una de las empresas que llevó a cabo el proyecto, habló con En perspectiva sobre las peripecias que afrontaron durante los cuatro años de obra.

Las vías de tren que conectan el puerto de Montevideo con Pueblo Centenario (Durazno), donde está ubicada UPM2, comprenden un total de 343 kilómetros e implicaron un total de entre 12 y 13 millones de centímetros cúbicos de movimiento de tierra —lo equivalente a llenar diez veces el Centenario—.

En total, la obra vial tuvo un valor de “un poco más de US$ 1.000 millones”, explicó Ruibal. Por eso, quitando las construcciones binacionales, es la “obra nacional más grande de la historia”. “Todo lo que se hable de esta obra es gigantesco”, agregó el ingeniero.

Sin embargo, una construcción de esta índole trae consigo también peripecias. Por eso, después de su inauguración, Ruibal sostiene que “hay un sentimiento de alivio”.

“Es el proyecto más complejo y desafiante que me tocó en mi vida. Tengo más de 30 años en la industria y he hecho obras complejas. “Por suerte, terminé y entregué todas; esta fue una obra que nos puso a prueba a todos. En algún momento pensé que no la íbamos a poder terminar”, confesó el ingeniero.

Restablecer el Ferrocarril Central implicó “muchísimas horas sin dormir, no encontrando la solución”. “Al final, la emoción viene un poco por el orgullo de la tarea cumplida y por todo el equipo de gente que estuvo trabajando durante este tiempo, muy positiva, desde distintos lugares”, dijo el director de Saceem.

Es que en el país no había “antecedentes” sobre este tipo de construcción, porque “el modo ferroviario no se invertía hace muchísimos años en el país, menos en esta escala”, aseguró el ingeniero.

Por eso, durante la construcción “aparecieron muchos imprevistos y hubo que coordinar el esfuerzo de muchos actores, públicos y privados, para cumplir esto más o menos dentro de un plazo y enfrentar los imprevistos que enfrenta cualquier obra; hay que buscar la manera más racional de resolverlos”, dijo Ruibal.

El director de Saceem dijo que “muchas muchas veces el proyecto estuvo a punto de naufragar”, tanto por “juicios de botella vinculados a expropiaciones o cambios en el proyecto o mayor cantidad de servicios que había que afectar”.

De todos modos, Ruibal destacó que “hubo algún momento de máximo estrés, que lo sacaron entre todos: los constructores, los sponsors, los bancos y el cliente, el gobierno —los dos gobiernos—; los dos ministros, en particular, se pusieron el proyecto al hombro”, expresó.


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