Este viernes comienzan los controles por el uso obligatorio de tapabocas para ingresar a supermercados. En conferencia de prensa, el secretario de Presidencia Álvaro Delgado dijo ayer que a partir del lunes será obligatorio también en bancos, redes de cobranza y comercios minoristas.

Emiliano Cotelo, conductor de En Perspectiva en Radiomundo, dialogó sobre las medidas de prevención del contagio de coronavirus en supermercados con Daniel Menéndez, gerente general de la Asociación de Supermercados del Uruguay (ASU).

Menéndez explicó que no existe aún norma legal que estipule la obligatoriedad del uso de tapaboca para los clientes de los supermercados, pero aseguró que se decidió aplicar el derecho de admisión como medida regulatoria y que los guardias de seguridad serán quienes lo controlen. "Es una medida que hay que manejar con prudencia", dijo el gerente de la gremial, y aseguró que se han generado algunos inconvenientes con clientes que no se les permitía entrar de a dos al supermercado y que reaccionaron con agresiones verbales, y en algunos casos, físicas.

Consultado sobre si el cliente puede pedir el barbijo en el local, Menéndez indicó que no. "Esto es como entrar con los zapatos, no se los damos nosotros, los trae la gente de su casa", dijo y agregó que en los supermercados de todo el país entran medio millón de personas diarias, y que "es imposible dar barbijos en la puerta a quien no lleva, no existen esa cantidad". Según datos de la ASU, alrededor del 20% de los clientes no llevan tapaboca actualmente, lo que significa entregar 100.000 por día.

Consultado sobre la obligatoriedad del uso de tapaboca en los empleados del establecimiento, tomando en base testimonios de empleados que usan el tapaboca como bufanda porque no lo aguantan durante toda la jornada en la boca y la nariz, Menéndez dijo que se trata de una falta grave no usarlo en la forma correspondiente.

El gerente general de la ASU se mostró preocupado por la posibilidad de que delincuentes utilicen el barbijo como forma de taparse la cara, y que esta obligatoriedad aumente las rapiñas a los comercios, y dijo que "hay que abrir más los ojos y acostumbrarse a trabajar así".

Por último, se mostró preocupado por el 30 de abril, jornada previa al feriado no laborable del Día de los trabajadores que habitualmente es uno de los días de mayor venta en las tiendas. Menéndez solicitó a la población que realicen las compras previo a ese día para evitar aglomeraciones en los locales.