El economista libertario surgió como figura mediática en el año 2017, como panelista en varios programas televisivos. Cuatro años más tarde, en las elecciones parlamentarias de noviembre de 2021, Milei logró una banca como diputado, como parte de una tercera fuerza de corte liberal que se distanció tanto del peronismo como del macrismo y que sorprendió al conseguir 17% de los votos.
Apenas dos años después, Milei triunfó en un balotaje ante el candidato del kirchnerismo, Sergio Massa, y se consagró como próximo presidente de la República Argentina.
El especialista argentino en comunicación política Santiago Aragón destacó sobre esta elección la “normalidad” con la que se desarrolló toda la jornada. “Hay 100 mil mesas, 10 mil escuelas, y todos transcurrió con total tranquilidad a punto que a las 20 horas del domingo ya se sabía el resultado”.
A continuación, manifestó que el resultado es lo que venían proyectando las últimas encuestas. “Lo que quizás fue muy llamativo es la distancia con la que se abrió, que era bastante improbable en una primera instancia, es decir, los sondeos daban entre cuatro y seis puntos”, agregó. Finalmente, con el 99,28% de votos escrutados, la diferencia entre ambos candidatos a favor de Milei es de casi 11 puntos porcentuales.
El especialista ponderó que estaba “sobreestimado el voto en blanco”. El blanco se ubicó en el 1,55%, mientras que el voto nulo o anulado fue de 1,62%.
Aragón, quien es también docente en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y en la Universidad de Montevideo, dijo que, con este resultado, la grieta no desaparece, sino que “cambia y pasa a ser una grieta generacional”.
Lo explicó de esta manera: “La grieta es entre quienes creen que la política debe estar presente en la toma de decisiones y el Estado debe ser un gestor de políticas públicas y promotor de políticas públicas, y quienes creen que el Estado es un problema”.
Asoció, asimismo, esta última categoría a sectores juveniles de entre 18 y 30 años, “que creen que todo el sistema de partidos está obsoleto, que hay que resetearlo”.
“Ya no es una grieta política, sino una grieta en torno a qué pensamos que la política debería ser en nuestra vida”, opinó.
El experto en comunicación política ponderó que cada vez es más “confuso e incomprensible para el ciudadano de a pie” entender lo que hace la política “en términos institucionales”.
“La política ha perdido la capacidad de narrar la incidencia concreta que tiene en la vida de la gente, de explicarle en qué le mejora la vida”, analizó, y agregó: “Si vos dejás de explicar esto, la gente deja de entender cuál es la ventaja de tener un sistema político robusto, una institucionalidad fuerte, un Estado presente, es muy probable que la gente decida sacarte rápidamente de la ecuación”.
Otro elemento destacado por el analista es lo que denominó el “estado de descomposición” de la política argentina y dijo que este “explica mucho de lo que sucedió”, en referencia al triunfo de Milei en el balotaje de este domingo.
La alianza entre Juntos por el Cambio, liderado por Mauricio Macri y Patricia Bullrich, y el partido La Libertad Avanza de Milei ayudó a que los votantes dejaran atrás el temor hacia la inexperiencia de Milei y el cambio abrupto que proponía. Macri aparece como garante del libertario.
“En un país donde la pobreza sube, la bronca es más fuerte que otra cosa, no hay oficialismo que pueda renovar una gestión con los indicadores macroeconómicos que la Argentina tenía en el momento”, por eso, el experto ya había predicho el resultado tiempo antes del balotaje.
Este tipo de fenómenos suceden, para Aragón, porque la política argentina estaba más “floja de anticuerpos” de lo que se suponía. “Esto implica un cambio en las reglas del sistema, que incluye a los políticos tradicionales”, continuó.
“Sería peyorativo calificar al voto de Milei solo como un voto bronca y sería casi suicida para los políticos menospreciar la expresión que surgió”, opinó.