El estudio Gómez Platero, dedicado a la arquitectura y el urbanismo, le presentó al presidente Luis Lacalle Pou la idea de construir en Montevideo un memorial mundial dedicado a la pandemia de COVID-19.
El proyecto se ubicaría en la rambla del Puerto del Buceo sobre el agua a la altura de la aduana de Oribe. Una pasarela que saldría desde el muelle existente en ese lugar conduciría a un gran disco cóncavo horizontal hecho de hormigón, cuyo centro vacío dejaría ver las rocas y las olas.
¿Por qué se plantea esta iniciativa en este momento y en Uruguay? ¿Cómo se financiaría y cuando podría estar pronta? El arquitecto Martín Gómez Platero, director del Estudio Gómez Platero, dialogó al respecto con el periodista Emiliano Cotelo en el programa radial En Perspectiva, emitido por Radiomundo.
En cuanto al surgimiento de la idea, el arquitecto expresó lo siguiente.
"Esta pandemia nos impactó fuerte a nivel profesional y a nivel personal, como creo que le sucedió a todo el mundo. A las dos o tres semanas, desde estar en cuarentena y demás, y recobrándonos del golpe brutal que nos estábamos dando, pensamos en de qué forma podíamos, desde nuestra disciplina, aportar algo a este a este momento que estamos viviendo, que entendemos que es un punto de inflexión en la historia de la humanidad, para hacernos realmente ser conscientes de determinadas cosas. Entonces, en función de eso, el objetivo de crear un memorial de la pandemia, fue decir ‘creemos un espacio público que nos haga siempre recordar que el ser humano es parte de un ecosistema, pero no es el centro de ese ecosistema, ya que siempre vamos a estar subordinados a la naturaleza'. Ese fue el objetivo que nos guio para hacer esto, para que realmente este espacio público nos ayude a todos constantemente a recordar cuál es nuestro lugar en este ecosistema".
"Esto no es un monumento que quiera decir que ya le ganamos a la pandemia ni que esto está terminando. Todo lo contrario. Es un recordatorio para hacernos cada día un poco más humildes y reconocer dónde estamos parados como seres humanos", añadió.
En cuanto a los proyectos en los que el Estudio trabaja actualmente, el profesional enumeró varios. "Estamos terminando un centro comercial en Bella Italia. Trabajamos en varias torres residenciales, como la Torre Joy, la Torre More Buceo, la Torre Boating y, estamos terminando también un hotel importante en la esquina de 26 de Marzo y Ellauri", además de llevar adelante "varios proyectos importantes" en Maldonado.
Esa experiencia en la iniciativa privada -entiende el arquitecto- no va en oposición con un interés por la intervención de espacios públicos.
"Nosotros como estudio, entendemos que el espacio público es clave en cada uno de nuestros proyectos. No quiere decir que siempre lo logremos, pero decimos que cada vez que hacemos un proyecto tenemos que generar un pedazo de mejor ciudad. Si hacemos un proyecto absolutamente pensando en su zona privada, su terreno privado, sin pensar en la ciudad y en generar espacio público de calidad, entendemos que estamos fracasando como arquitectos. Tenemos que lograr ese esa relación de win-win entre el desarrollador y la ciudad, porque entendemos que no podemos perder esas oportunidades. Esas ciudades del mundo que consideramos espectaculares y a las que nos gusta ir a todos cuando podemos hacer una escapada, lo son porque tienen espacios públicos de calidad", sostuvo.
Luego, Cotelo llamó la atención sobre la curiosa forma en que este proyecto nace, recordando que el procedimiento suele ser a la inversa: el Estado o las instituciones deciden la elaboración de un proyecto, y luego contratan o licitan a quien lo llevará a cabo. En este caso, se trata de un particular que ofrece al Estado la donación de un proyecto ya elaborado y que no se le pidió.
"Esa es una actitud del estudio, ser proactivos. Nos gusta tratar de no quedarnos sentados esperando que nos llamen o nos vengan a buscar, sino ir a buscar las cosas que realmente entendemos que pueden ser positivas hacer", respondió el entrevistado.
En respuesta a quienes señalan que la pandemia a la que se pretende erigir un memorial todavía esta en curso y todavía no se ve la luz al final del túnel, Gómez Platero insistió en "dejar bien claro" que la idea "es un instrumento más para la lucha contra esta pandemia e incluso, este espacio público es como un memorial no sólo por esta pandemia, sino hasta por todas las pandemias que hayan pasado".
En tal sentido, el cometido "es realmente ayudar a generar una conciencia colectiva de cuál es el lugar del ser humano en este ecosistema en que estamos viviendo, y que siempre vamos a estar subordinados a la fuerza de la naturaleza. Por lo tanto, nunca vamos a ser el centro del ecosistema. Por eso este proyecto conceptualmente tiene algunos puntos fuertes. Ese espacio muy grande en el centro, de diez metros, donde está la naturaleza en su imagen más pura y no el ser humano. También porque es un círculo, sin duda es una figura geométrica sólida y muy contundente, pero el círculo es el de los ciclos de la vida, de la naturaleza, del día, de las estaciones del año".
Por todo ello, se prefirió no esperar al fin de la pandemia. "Creo que lo antes que todos podamos aportar en tener esa conciencia de la humildad del ser humano frente a la fuerza de la naturaleza, nos va a ayudar a mejorar la calidad de vida en todos los lugares del mundo. Y creo que estamos viviendo un problema del que la pandemia es una parte. Todos estamos hablando de del calentamiento global, de los problemas ecológicos que está sufriendo el planeta, etcétera. Y eso es porque como seres humanos tomamos una visión equivocada y nos creímos que éramos el centro del ecosistema", manifestó.
Posteriormente, respondió a los cargos de quienes acusan al Estudio de "subirse a la ola" de la buena reputación ganada por el país por su adecuada gestión de la actual pandemia.
"Es que sin duda eso suma. Ni que hablar de la trascendencia que está teniendo el proyecto en muchos lados del mundo, que lo están publicando, es porque el momento está muy sensible a este tipo de cosas. Entonces creo que es el momento más adecuado para para hacer un espacio público de estas características", señaló.
"Para nosotros recordar el pasado es clave y creo que la historia sirve siempre para conocer el pasado, para entender el presente y para no cometer los mismos errores en el futuro. Entonces creo que es importante que no nos olvidemos nunca de lo que nos llevó a esta situación. Por eso, un memorial. Entendemos que las víctimas de la pandemia son la población entera del mundo, porque todos están sufriendo de determinada manera lo que está pasando", prosiguió.
En este punto, el arquitecto remarcó que el proyecto no pretende se run homenaje a las personas fallecidas por la enfermedad, versión que circulo en algunos medios. "El objeto de esto es crear un espacio público que nos ayude a reconocer siempre cuál es nuestra posición en el ecosistema", aseveró.
Respecto a la pertinencia o no de hacer un memorial como ese en Uruguay, y no en algún punto del planeta más castigado por el virus, respondió lo siguiente.
"Primero, porque somos uruguayos. Creo que es la primera respuesta. Si nosotros, desde nuestra disciplina podemos aportar un grano de arena en potenciar esa conciencia colectiva, lo queremos empezar haciendo acá". Además, luego de la difusión mediática del tema "nos han llamado de algún otro lado para hacerlo en otras partes, con la difusión que ha tenido en estos temas. No descartamos que también se pueda hacer en otro sitio. Ayer nos llamaron para saber si esto podría hacerse en Buenos Aires, y no decimos que no. Lo que digo es que me encanta ser uruguayo, estoy orgulloso de serlo, y primero se lo quería plantear a mi Gobierno".
En cuanto a la locación elegida, en la zona del Puerto del Buceo, frente al Museo del Arma de Ingeniería, informó que "el proyecto conceptualmente está planteado para estar donde termina la ciudad, como imagen de lo artificial, de lo creado por el hombre, y en el borde de la naturaleza extrema, que puede ser el mar o el océano. El proyecto tiene que estar ahí, en esa línea que divide lo artificial de lo natural. Desde ese punto de vista, puede estar en cualquier lugar de la costa".
Sin embargo, ese sitio en especial reúne unas condiciones que no son exclusivas, pero tampoco están presentes en cualquier sitio de la franja costera.
"Este espacio público, con una sudestada o pampero, desaparece bajo las olas. Y cuando el tiempo mejora y los vientos se calman, vuelve a aparecer. Eso es parte de esa subordinación que estamos hablando. La naturaleza, con sus cambios, lo puede hacer desaparecer de nuestra vista y luego hacer que aparezca de nuevo. Eso, desde el punto de vista conceptual del proyecto es importante".
"Podría estar en cualquier lado de la costa uruguaya, entre la ciudad y el mar ¿Por qué ese punto? Porque nos pareció muy emblemático. Justo ahí, donde la escollera este del Puerto del Buceo quiebra en la Isla del Mono, entendíamos que podría ser un lugar adecuado", dada la gran visibilidad y el nutrido tráfico que por allí circula.
"Volviendo al objetivo que tiene todo esto, que es recordarnos siempre esos conceptos de los que venimos hablando, de la relación entre el hombre y la naturaleza, donde más se note y más visibilidad tenga, entendemos que más cumple su rol".
El concreto en concreto
A la hora de describir el memorial presentado, el profesional lo define como "un círculo cóncavo que apenas toca la tierra, o las rocas, en este caso. Tiene un diámetro de cuarenta metros y el espacio central que dejamos libre para que aflore la naturaleza es un círculo de diez metros de diámetro. Ahí podrían estar a la vez 300 personas manteniendo la distancia social de esta nueva normalidad. Estamos hablando de más 1.200 metros cuadrados, porque realmente lo planteamos como un espacio público, como una plaza".
En cuanto a la forma "el círculo es algo que une, que genera comunidad, pero además es el ciclo de la naturaleza, como decíamos, es un loop constante. Y ese quiebre que se plantea a ese círculo, que es el acceso por su rampa peatonal, simboliza el quiebre que generó esta pandemia en la vida de todos. Se construiría por fuera de acero corten (autopatinable) y por dentro, una losa de hormigón.
Sobre cómo el público interactuaría con semejante estructura, Gómez Platero entiende que la "usaría como un espacio público, un paseo más. La forma que tiene genera también que sea un espacio de reflexión. Ese volumen cóncavo que apenas toca las rocas donde, dependiendo de donde te sientes en ese gran anfiteatro circular, vas poder aislarte más o menos de los ruidos de la ciudad o de la visión del horizonte. Eso va a depender de cada uno, del estado de ánimo de cada uno, y de lo que quiere hacer cada uno (. . . ) creo que los espacios públicos son para todo, para pensar, para jugar, para que los chicos corran, etc".
"Cuándo se proyecta un espacio público, el destino final que le va dando la gente a ese espacio público es muy cambiante y muy difícil de predecir. Lo que más queremos es que esto sirva para generar esa conciencia y que la gente se lo apropie", insistió.
Por ello, no descarta -ni afirma- que pudiera transformarse en una señal de identidad, como el cartel con el nombre de la ciudad, situado no muy lejos de allí.
"Cuando se hizo el cartel de Montevideo nunca se pensó cómo iba a terminar funcionando eso. Quedó como una imagen de espacio público y a mí encanta que haya ocurrido así. Capaz que este espacio público genera algo similar. Yo creo que sí, pero esperemos a ver cómo lo toma la gente", pidió.
Erguido frente a todo
Destinado a estar expuesto al oleaje y al viento costero, el memorial debería ser sumamente resistente.
"Aguanta el temporal que sea. Estos proyectos se hacen para toda una vida. El hormigón es muy noble, tiene una nobleza brutal y el acero corten lo mismo. Va a tener una duración muy, muy larga".
Por otra parte, el proyecto sería mínimamente invasivo del espacio natural.
"Por algo todo el exterior es de acero corten, que se va oxidando con el tiempo y agarrando una pátina que lo va a hacer tener una respuesta muy respetuosa. La forma cóncava hace que apenas toque, con muchísimo cuidado, la zona natural de las rocas. Por lo tanto, entendemos que es una intervención sin duda, pero muy respetuosa de la de la naturaleza".
También se ele preguntó por los posibles riesgos que entrañaría para las personas, dada su proximidad al agua y la falta de elementos de contención.
"Estamos en una etapa de proyecto ejecutivo, trabajando todos los detalles del proyecto. Todas las escolleras carecen de barandas y la gente se sienta y no se cae. Nadie se preocupa porque las escolleras no tienen barandas y son lugares absolutamente públicos.", dijo.
"Ni Hablemos de la Rambla Sur, que tiene un desnivel enorme y la gente y las familias caminan por ella, y tampoco tiene barandas. No he escuchado que la gente diga que es peligroso. Quiero dejar claro que no digo que no tomemos en cuenta esos comentarios y busquemos alternativas, pero todas las escolleras de los puertos carecen de barandas". En el caso puntual del memorial proyectado, "la forma cóncava hace que siempre la inclinación sea hacia adentro, lo cual lo hace difícil que alguien se caiga".
Tiempo y dinero
En cuanto a plazos y costos, la obra costaría aproximadamente 1.300.000 dólares y, una vez obtenido el visto bueno, podría ejecutarse de principio a fin en seis meses.
A ese respectó, el profesional y empresario subrayó que el dinero para el memorial sería de origen totalmente privado. "El estado no pone un peso en esto. Ya tenemos varias empresas que van a ser las que van a financiar este proyecto y va a ser absolutamente privado".
Sobre los nombres de tales empresas, prefirió reservarlos "hasta que se haga el lanzamiento, pero la financiación sin duda no es un problema, porque hay muchas empresas que están muy interesadas en esto".
Y, si bien el Estado no aporta dinero, su autorización es imprescindible.
"Hubo una reunión con el presidente, y le gustó muchísimo el proyecto. Él es una persona a la que le gusta muchísimo el mar y, como todos saben, hace surf. Una de las cosas que me comentó- y no es nada nuevo porque lo ha dicho en varias entrevistas- es que el surf y la relación con el mar lo hacen tener los pies más sobre la tierra y darse cuenta de lo que es la fuerza de la naturaleza. Por lo tanto, estaba totalmente afín al concepto de este proyecto y lo entendía como nosotros lo estamos planteando, en el sentido de ser un aporte más a darnos cuenta lo que estamos viviendo y tener un cambio de actitud en ese sentido", contó.
Tema de papeles
Para hacer realidad el memorial, es necesario seguir una serie de pasos.
"La rambla, que es el espacio público primordial de la ciudad de Montevideo, es patrimonial. Primero tenemos que ir a la Comisión de Patrimonio Nacional, donde estaremos presentando los planos entre lunes y martes de la próxima semana. Si la Comisión de Patrimonio lo aprueba, seguiremos con los trámites en Dinama. El ‘dueño', por decirlo de alguna manera, del Puerto del Buceo, es el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, y también Prefectura. Además, es en la ciudad de Montevideo y la Intendencia siempre juega un rol. Vamos a cumplir con todas las autorizaciones que sean necesarias y pasar por todas las dependencias del Estado que tengamos que pasar", manifestó.
Luego, el arquitecto respondió a las consideraciones de quienes creen que, ante el impacto económico de la pandemia, sería mejor destinar ese dinero -aunque sea una donación privada- a fines de ayuda social para los más necesitados.
"Creo que este tipo de espacios públicos, que ayudan o aportan un grano arena en general en la conciencia colectiva de todos nosotros, tienen un valor muy importante, y son cosas totalmente independientes unas de otras. Son puntos de vista. Nosotros entendemos que realmente es más redituable para la sociedad uruguaya y para el colectivo de todos nosotros, tener un espacio público de estas características. Y ni que hablar de que hay un montón de necesidades que hay que cubrir, pero son cosas totalmente distintas y creo que van por carriles distintos. Creo que no es una en vez de la otra. Creo que tendríamos que hacer las dos".
En cuanto a las suspicacias acerca de que todo se limite a un plan de marketing del Estudio, el entrevistado insistió en que "realmente lo que nosotros queremos hacer es un espacio público de calidad que nos haga recordar esto. Si hay gente que lo ve como una operación de marketing, depende de cada uno, yo no puedo estar en la cabeza de cada uno. Al presidente de la República le gustó mucho el proyecto, y a alguna gente de nuestra disciplina a quienes se lo hemos mostrado, también lo ve con muy buenos ojos. Sin duda que hace dos días que el nombre del estudio aparece en muchos lados. Pueden decir -y tienen todo el derecho a hacerlo- que esto podría ser una acción de marketing del Estudio Gómez Platero, y no tengo por qué decir que no. Nosotros lo que queremos es generar un espacio público de calidad, que aporte un grano de arena en este mundo tan difícil en que estamos viviendo", finalizó.