“El asesinato del candidato Fernando Villavicencio ha sido el último acto de una serie de atentados. Hace tres semanas tuvimos un anuncio terrible del asesinato del alcalde de Manta, una de las ciudades de la costa ecuatoriana. Eso ya golpeó profundamente las fibras de los ecuatorianos”, dijo Pablo Medina, politólogo ecuatoriano, con respecto al homicidio a disparos del candidato presidencial este miércoles.
“Con este imaginario de ‘si esto le pasa a un alcalde, qué queda para los ciudadanos’, lo de Villavicencio profundiza eso”, agregó, en entrevista con En perspectiva.
Villavicencio se encontraba saliendo de un mitin electoral en Quito, cuando fue tiroteado a la salida por sicarios asociados al crimen organizado, según se cree hasta ahora. Murió asesinado con tres balazos en la cabeza; testigos que estaban en el lugar declararon que los atacantes lanzaron unos 30 disparos.
El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso decretó, además de tres días de luto, el estado de excepción por 60 días a raíz del asesinato. La medida permite el patrullaje de militares en las calles y busca garantizar el desarrollo de las elecciones, cuya fecha se mantiene el 20 de agosto.
En ese sentido, el politólogo dijo que “lo que tiene que ocurrir es que los partidos tienen que decidir quién va a ser quien ocupe ese lugar [el de Villavicencio]”.
“Él fue un tremendo crítico del Gobierno de Rafael Correa, y parte de sus investigaciones llevaron a su condena”, señaló. El politólogo consideró que el candidato fue “muy frontal y polémico” en sus discursos de campaña anticorrupción y antinarcotráfico.
Villavicencio había advertido que era blanco de amenazas de la mayor organización delictiva de Ecuador, los Choneros, cuyo líder, conocido como Fito, está preso.
“Villavicencio, al referirse al crimen organizado, se refería con nombre y apellido. Es decir, hablaba de qué personaje del crimen organizado [estaba] vinculado con qué tipo de contratos en el Estado, y de este tipo de vinculaciones que todos los demás candidatos han evitado hacer. Quizá eso también generó esta animadversión del crimen organizado”, sostuvo.
Explicó que el candidato clamaba tener “evidencia” que implicaba vínculos entre la política y los Choneros.
“Villavicencio estaba anunciando que tenía pruebas sobre contratos de personas del sector público, mezclados con dinero de narcos y complicidad de integrantes de la Fuerza Pública y la Justicia”, indicó.
En relación con las elecciones y las proyecciones para los candidatos, Villavicencio se encontraba en pelea por el segundo puesto. “Todas las encuestas estaban de acuerdo en que el primer lugar era de Luisa González, candidata del partido del expresidente Correa, Revolución Ciudadana, y el segundo lugar estaba en discusión, con al menos tres candidatos, entre ellos Villavicencio”, afirmó el politólogo.
Medina aseguró que Ecuador todavía cuenta con una disputa política que a la ciudadanía le importa, a diferencia de otros países.
“En Ecuador todavía no estamos en ese lugar, aunque ya hay mucha gente que está migrando, pero eso puede ser aún peor. La violencia puede llegar a términos mucho más exacerbados. Mucha gente tiene esta sensación de que Ecuador ha caído lo más bajo que puede caer y no es verdad. El Ecuador aún puede caer mucho más bajo”, advirtió.