Yimmy Álvarez, presidente de la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol (AUDAF), habló con el programa Hora 25 de Radio Oriental sobre la denuncia que elevó la gremial de jueces al Colegio de Árbitros contra el presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, quien hizo pública la carta sobre la que fue notificado el pasado lunes.
“La nota no es un comunicado, sino que está dirigida al Colegio de Árbitros, que por protocolo debe enviarla a la Comisión de Ética. Quien la hizo pública se tendrá que hacer responsable de ese hecho”, aclaró Yimmy Álvarez, quien recordó que la semana pasada se advirtió mediante un comunicado que “había un pacto de caballeros que fue muy bien recibido hace un año cuando hubo episodios de violencia y compañeros amenazados”.
El ambiente hostil y la búsqueda de mensajes en redes sociales
“La directiva de AUDAF consideró que estamos teniendo un ambiente hostil, como hace un año, y queríamos llamar a la responsabilidad a los diferentes actores y estamentos del fútbol para prevenir, antes de tomar acciones que no son para nada simpáticas”, añadió, y explicó que hay personas encargadas de recabar información sobre los mensajes que emiten los diferentes actores del fútbol.
“Tenemos un equipo y diferentes compañeros que van arrimando cosas que van apareciendo en las redes sociales, que involucran dirigentes, jugadores y entrenadores. Se van analizando con tiempo y calma junto a nuestro asesor letrado. Cuando vemos que son un cúmulo y direccionadas a lo mismo, o consideramos que es grave lo que se dice, vamos a los canales correspondientes”, señaló.
“Estamos evaluando con la asesoría letrada dar algún paso hacia la justicia penal, porque cuando se habla de conspiración y oscurantismo, ¿qué mejor ir a probarlo a la justicia? A veces son frases que, como dicen los hinchas en la calle, son típicas del folclore. Por ahí que lo diga un hincha no está bien pero es más aceptable, pero no si lo dice un dirigente. Y no señalo a nadie en particular”, indicó.
Ruglio y “lo que puede venir atrás de una declaración”
Consultado por Ruglio en particular, dijo tener “una buena relación, como con los presidentes de los demás clubes”, y aclaró que cuando se reunió con él fue “con el Ejecutivo de la AUF adelante, nunca fuera de ese ámbito”.
“Me parece una persona auténtica, agradable y que habla sin casete, pero más allá de lo que me parezca personalmente, a mi entender tuvo varios comentarios que no condicen con lo que deberíamos dar. Sabemos lo que puede venir atrás de una declaración de una persona con tanto peso”, opinó.
Las sanciones, “no somos profesionales” y lo que se cobra
Cuando se le preguntó por qué no se publican las sanciones a los árbitros, más allá de ser resorte del Colegio de Árbitros y no de AUDAF, respondió preguntando: “Cuando sancionan a algún compañero en la radio, ¿ustedes lo publican? Somos todos trabajadores acá. ¿O hay trabajadores clase A, clase B y clase C? En otros trabajos no se publican las sanciones de nadie. El periodismo ayuda poco porque está con una lupa a ver si a un árbitro lo pararon una, dos o tres fechas”.
“Nosotros le erramos, asumimos el error, corregimos, seguimos trabajando y tratamos de minimizarlo, pero muchas veces desde el periodismo se insta a que el hincha se rebele contra ciertas situaciones. Tenemos que aprender a convivir con el error. Nadie quiere perjudicar a un equipo con una decisión porque el primer perjudicado es el árbitro con diferentes sanciones. Es como un jugador al que le va mal y al otro fin de semana es suplente”, dijo, y recordó que “el arbitraje en Uruguay no es profesional”.
Álvarez recordó que casi todos los jueces tienen otro trabajo, y que el salario fijo como juez “son tres viáticos de Primera División, que está alrededor de los 60.000 pesos”, aunque puede aumentar en caso de hacer más partidos por mes. Para los internacionales cambia la ecuación, ya que perciben “2.000 dólares por partido”.