El serbio Novak Djokovic, con su tónica habitual de subir el nivel según
pasan los partidos, ofreció una mejorada imagen ante el australiano Thanasi
Kokkinakis (6-1, 6-4 y 6-2) para acceder a la tercera ronda de Wimbledon.
El serbio, que suma 81 triunfos en el All England Club y es
el único tenista de la Era Abierta con 80 o más victorias en cada torneo de
Grand Slam, da otro paso más para acercarse al séptimo Wimbledon y cuarto
consecutivo.
Djokovic, que venía de perder un set ante Soonwoo Kwon, hizo
un partido mucho más completo y mostró una cara distinta, mucho más concentrado
y sin intención ninguna de dejarse sets por el camino.
Fue uno de sus partidos más serios de los últimos meses, con
la misma mirada devoradora que le hizo favorito en Roland Garros hasta que le
paró los pies Nadal. Pero aquí cuenta con la confianza de no haber perdido
desde 2017, con tres títulos ya a sus espaldas, 23 triunfos seguidos y una
danza en la superficie que cuesta encontrar réplica.
No concedió ni un saque, sólo tuvo que levantar un break point,
ganó 29 puntos en la red, solo cometió 14 errores no forzados y se llevó la
barbaridad del 84 % de puntos con el primer servicio.
El serbio, en su segunda actuación en Wimbledon, rozó la perfección. No tuvo rival en Kokkinakis y está ya a solo cinco partidos del título. Su siguiente rival será el serbio Miomir Kecmanovic, quien venció 7-6, 7-6, 3-6 y 6-3 al chileno Alejandro Tabilo.
No hubo sorpresa con Djokovic pero sí con Casper Ruud, tercer cabeza de
serie en Wimbledon. El noruego se quedó en segunda ronda tras perder ante el
francés Ugo Humbert (3-6, 6-2, 7-5 y 6-4).
El de Oslo, que apenas cuenta con tres triunfos sobre césped
en su carrera, logró una convincente victoria en primera ronda ante el español
Albert Ramos, pero su suerte terminó ahí.
Humbert, mucho mejor jugador en pasto, eliminó al finalista
de Roland Garros y Miami con la friolera de 53 winners y buscará los octavos de
final ante el belga David Goffin, que venció al argentino Sebastián Báez.
EFE / FútbolUy