El equipo de Gastón Machado había hecho un buen partido en su visita al Campeón del Siglo pero no había podido concretar su leve superioridad en el marcador.
Fue recién en el minuto 85 que Ignacio González, tras un pase de Verges, enganchó y remató para anotar el único gol del encuentro, después que la pelota se desviara en un defensa y se fuera por encima de Guruceaga.
Wanderers se había mostrado compacto, con ideas claras. Atacando más que nada por el lado de Rodrigo Rivero y desnudando flaquezas en el sector defensivo carbonero.
Peñarol no encontró el desnivel por ningún lado. En el primer tiempo fue más que nada a través de los intentos de Dibble, que no logró rubricar sus acciones. En el complemento a pesar de las variantes tampoco pudo prevalecer en los metros finales, en una tarde casi sin chances ante Burián.
El conjunto bohemio, después de un arranque furioso de Peñarol en el segundo tiempo, donde ganó la media cancha y complicó con pelota quieta, volvió a pararse mejor y llevar de a poco el partido a su favor.
Nacho González fue la manija del equipo, muy bien acompañado por Santos. Santiago Martínez se mostró notable en zona de volantes. Y los delanteros, que profundizaron mejor en la segunda parte.
Rivero erró un gol increíble pateando afuera debajo del arco, Perg salvó otro en la línea tras disparo de González. La justicia llegó cerca del final, con la definición del ex Nacional y Danubio que led io la victoria al que más propuso.
Peñarol vuelve a irse de su estadio sin poder ganar. Una actuación floja del equipo mirasol, con apuro en las decisiones, líneas distantes y la pólvora mojada de los dos goleadores del último Campeonato Uruguayo.