El futbolista de Wanderers, Diego Hernández, se despidió en la noche del sábado de los hinchas bohemios tras la derrota por 3-0 ante Fénix, ya que se transformará en nuevo jugador del Botafogo de Brasil, club que adquirió su ficha.
El talentoso jugador no tuvo la actuación esperada durante el partido, ya que a los 28’ se fue expulsado tras realizar gestos obscenos (se tomó los testículos) ante la tribuna de Fénix, lo cual fue denunciado por el línea y más tarde confirmado por el VAR.
Esto hizo que no solo dejó a su equipo con uno menos en cancha ante los albivioletas, sino que además al tener que cumplir la automática no jugará ante Peñarol en la fecha final del Apertura que será el fin de semana que viene en el Campeón del Siglo.
De esta forma, fue su último partido en el Viera, por lo
cual el club le realizó un sentido homenaje, entregándole una plaqueta y un
cuadro, además de una camiseta con su nombre ante la ovación de todos los
presentes.
El “7” de los bohemios saludó y retribuyó los aplausos a las tribunas absolutamente emocionado y con lágrimas de por medio.
El extremo registró ocho goles anotados en 13 partidos del actual torneo. En su pasaje por el Bohemio registró 27 en 94 cotejos.