El entrenador de Wanderers, Mauricio Larreira, se mostró contrariado por el empate 2-2 ante Deportivo Maldonado, luego de ponerse en ventaja por dos goles y dijo que se fue del Viera: "con una sensación muy amarga".
"Hay que valorar el esfuerzo de los futbolistas", comenzó diciendo el entrenador en conferencia de prensa: "el juego que mostró el equipo por momentos y también destacar la reacción del rival. Nos vamos amargados porque estamos en nuestra cancha y creo que en momento el partido estuvo bastante controlado y se nos escapó de las manos al punto que podríamos haberlo perdido".
"Nos faltó concretar las situaciones que se dieron", dijo Larriera más tarde: "tuvimos varias muy claras que de convertirlas no íbamos a sufrir tanto en el final. Falto la precisión y ser certeros, erramos goles dentro del área chica y eso después se paga, como pasó".
Si los bohemios ganaban accedían a la punta momentánea del Apertura lo cual en definitiva no se dio, sobre lo cual reflexionó: "lo positivo es que mantenemos el invicto, aunque nos convirtieron dos goles que no es bueno. Es un objetivo permanente estar lo más arriba posible, pero nos mueven otras cosas, como estar en esa posición al finalizar el último cotejo del torneo".
Sobre la continuidad de juegos que comienza de ahora en adelante, manifestó: "tenemos un buen plantel y después de estar cinco meses sin jugar, hacerlo seguido será hermoso".