Este jueves, luego del triunfo de Peñarol ante La Luz en el Estadio Campeón del Siglo por la semifinal de ida de la Copa AUF Uruguay, sucedió un hecho repudiable por parte de un sector de la hinchada del Aurinegro, particularmente en la tribuna Cataldi.
Una vez finalizado el partido, el capitán Walter Gargano ingresó a la cancha para jugar con sus hijos y recibió insultos de un reducido grupo de parciales que se encontraban en dicha tribuna; allí había, además, una bandera contra el presidente Ignacio Ruglio.
Gargano respondió a algunos de esos insultos con gestos. Pese a ese hecho, parte de las tribunas Henderson y Damiani le devolvieron aplausos, que fueron bien recibidos por el jugador.
El Mota estuvo en el banco de suplentes y no ingresó por tercera ocasión consecutiva. El momento actual del futbolista genera molestia en la hinchada porque juega poco y, cuando lo hace, no tiene su mejor rendimiento.
El pasado mes de julio, el volante renovó su contrato por un año con opción a seis meses más en el caso de que juegue el 60% de los partidos en el período de un año. Sin embargo, la realidad marca que desde ese momento solamente disputó 10 encuentros, que equivalen a un 26,1% de los minutos.