Una situación particular vive Vélez Sarsfield que afecta no solo lo deportivo, sino también a lo institucional y que tiene a su entrenador Alexander Medina como protagonista.
El equipo del Fortín suma nueve partidos seguidos sin lograr ganar, quedando eliminado de la Copa Libertadores ante Flamengo y el jueves de la Copa Argentina tras caer 2-0 con Independiente.
En la liga local está antepenúltimo, es decir, en el puesto 26º con tan solo 13 puntos, solo ubicado por arriba de Lanús (11) y Aldosivi (13).
A todo ese magrísimo momento deportivo se suma un golpe a las arcas, ya que el Amalfitani suele ser sede de los partidos de Los Pumas, equipo argentino de rugby que está disputando la Rugby Championship.
La decisión de Alexander Medina, de solicitar que no se regara la cancha para afrontar el duelo de ida ante Flamengo de las semifinales de la Libertadores (el pasado 31 de agosto), hizo que el piso no se recuperara para estar en condiciones de ser utilizado por los rugbiers en su partido de este sábado.
A ello, además, hay que sumarle que la situación se profundizó con el concierto de la banda Green Day, que se realizó el pasado domingo y que terminó de darle el golpe de gracia al escenario.
Ante esto, la Unión Argentina de Rugby decidió cambiar la sede para la cancha de Independiente al entender que el “estado del campo de juego no cumple con las condiciones necesarias para la realización de un encuentro internacional”. Un golpe económico que tampoco tiene conformes a los dirigentes del Fortín.