El clima en el Gigante de Arroyito previo al partido entre Rosario Central y Peñarol por la primera fecha del grupo G de la Copa Libertadores estuvo muy caldeado, con incidentes entre hinchas de ambos equipos una hora antes del inicio del partido.
Los 3.000 aurinegros que viajaron a Rosario fueron ubicados debajo de una parte de la parcialidad canalla. Entre intercambios de cánticos e insultos, los locales tiraron las vallas de seguridad para abajo y como resultado algunos hinchas de Peñarol sufrieron lesiones y cortes.
Pero el problema no quedó ahí. Una gran cantidad de hinchas carboneros no pudieron ver el partido debido a que en el sector asignado no entraban 3.000 personas.
“Meten el doble de personas de las que entran en el sector. La gente local desde arriba, primero vasos, después escupitajos, después tiraron vallas lastimando gente de Peñarol. Las canchas argentinas no tienen los controles que hay en otros países”, escribió en Twitter el exdirigente de Peñarol Marcelo Areco.