El partido comenzó movido, con un buen intento de Liber Quiñones de media distancia que salió algo desviado y en la respuesta un cabezazo de Maureen Franco terminó en las manos de Melián.

Un tiro libre de Quiñones al palo, avisó que cualquier descuido del local podía costarles muy caro, en un trámite donde se recostó sobre su área.

A los 11' Cerro tuvo la chance de abrir la cuenta, cundo tras un penal muy dudoso de Malvino sobre Franco le dio la posibilidad al delantero de abrir la cuenta.

Su remate, al medio del arco, fue tapado con mucha calidad por Melián que de esta forma apagó las alarmas y dejó el juego igualado sin goles.

El local era mucho más, recostaba el juego por derecha, donde Trindade no daba a vasto y hacía méritos para abrir definitivamente la cuenta.

Un centro que se cerró de Tancredi, que la última línea de la escuelita debió sacar en la línea fue un nuevo llamado de atención para la visita,

En los últimos quince las acciones se emparejaron y con alguna corrida de Alaniz trataron de inquietar a Irrazabal, que no tuvo mayor trabajo

Pero allí apareció la carta gol de los albicelestes, Maureen Franco, que recibió en velocidad un pase largo de Moreira y lanzado quedó sólo ante Melián y ésta vez el duelo lo ganó el delantero para poner el justificado 1-0 parcial, con que se fue el primer tiempo

No pudo

En el complementó Racing cambió la cara y plantó un partido mucho más ofensivo en busca del empate, ante un equipo local que trató de contragolpear.

Además Ney Morales acertó en los cambios y con la entrada de Albite y Mauro Estol, dotó al equipo de mayor dinámica y velocidad en cancha.

La supremacía a balón parado comenzaba a complicar a la última zona albiceleste que trataba de sacar de cualquier forma. Cayetano, de cabeza, avisó que las intenciones era no irse con las manos vacías del Tróccoli.

Alanis, el mejor de los de Sayago, tuvo la más clara con una corrida por la izquierda en la que se internó en el área y su potente remate hizo vibrar al travesaño, evitando el festejo visitante.

Pereira de cabeza, y Estol con un centro que no pudo despejar Irrazabal, también tuvieron su oportunidad, pero parecía que el candado del arco cerrense estaba destinado a mantenerse en cero.