Randall Rodríguez: En el primer tiempo no pudo evitar las dos caídas de su arco. En el primero, su estirada no alcanzó para evitar el festejo de Ronaldo de Jesús. Luego recibió un zapatazo cruzado dentro del área, donde nada pudo hacer. El tercero fue de taco y se vio sorprendido, reaccionado algo lento. En el cuarto se durmió en el tiro libre de Gómez, que se avivó para ejecutar rápido mientras daba alguna instrucción a la barrera. Sacó una volando en tiempo de adición y luego le dio el gol hecho tras un mal pase a un paraguayo que le erró al arco.

Mateo Ponte: Aplicado en la marca de la banda derecha, tiempista y, además, con alguna descolgada interesante en ataque. Cumpliendo su función de forma correcta.

Nicolás Marichal: Flojísimo partido del zaguero. Le costó muchísimo por arriba, algo que se tradujo en el tanteador. Perdió con De Jesús en el primero y tercer gol de los guaraníes, mostrando una carencia costosa para el combinado celeste, que sufrió muchísimo con las pelotas quietas. Perdió una en el cierre que pudo ser el quinto.

Santiago Homenchenko: Trató de darle movilidad a la última zona para recuperar y luego brindar salida limpia. A veces lo hizo con precisión, en varias otras no. Quedó muy solo para defender en el segundo tanto paraguayo que anotó Diego Gómez, ya que Valentín Rodríguez no estaba en el lateral. Fue el más seguro en el juego aéreo.

Valentín Rodríguez: En ataque mostró su mejor cara, conectando con De los Santos y colocando centros de buena factura que llevaron peligro. Le costó de gran forma en el aspecto defensivo, cometiendo algunas faltas y, por momentos, con alguna desatención, exigiendo a las coberturas constantes de Homenchenko.

César Araújo: El capitán celeste fue el pistón del equilibrio del equipo en cancha. Marcó, ocupó espacios y los corrió a todos. Relevó en buena forma y, cuando pudo, se sumó al juego colectivo. Se fue cansando y eso resintió el trajinar en zona de volantes.

Rodrigo Chagas: Se acopló a la tarea de Araújo, siendo además quien buscó estar más en contacto con la pelota para unir las líneas y manejar la tenencia, con altas y bajas. Con el resultado en contra pasó al lateral derecho tras el ingreso de Duarte. Aplicado.

Tiago Palacios: De más a menos. Comenzó con mucha movilidad y buscando en el uno contra uno. Tuvo un mano a mano que definió cruzado, pero quedó en los guantes del golero. De a poco fue perdiendo preponderancia en el accionar y la gestación de ataque. Erró otro clarísimo tras una estupenda asistencia de Abaldo. Perdió confianza y el equipo lo sintió. Con el partido en desventaja, ingresó Duarte y bajó al doble cinco.

Juan Cruz de los Santos: Asistió a Luciano Rodríguez para el tanto que abrió el marcador. Volcado por la izquierda se mostró muy activo e incisivo. En el complemento probó con un buen zapatazo, pero luego se fue apagando.

Luciano Rodríguez: Una bestia, infernal. En 10 minutos apareció para convertir dos goles jugando en posición de nueve, el primero definiendo de derecha y el segundo de izquierda. Determinante, una pesadilla para los zagueros y siempre dispuesto a luchar. El tercero fue pescando un rebote del golero tras un cabezazo de Homenchenko. En el complemento los defensas rivales ajustaron y ya no pudo ser tan determinante.

Matías Abaldo: Asistió para el tanto del segundo gol celeste. Comenzó intenso y generando brechas cuando entró en juego. En el complemento fue parte de una contra donde encaró, enganchó y le dio el gol hecho a Palacios que lo erró. Pincelazos de su potencial que deben ser más constantes.

Los que ingresaron

Anderson Duarte: Ingresó por Mateo Ponte a los 73’. Su ingreso movió las piezas ya que se colocó en el lugar de Palacios, que pasó al doble cinco, mientras que Chagas se trasladó al lateral derecho. Le tiraron centros que para su altura no eran efectivos, más ante adversarios corpulentos como los guaraníes.

Matías Fonseca: Ingresó por Matías Abaldo a los 79’. Vio acción en el cierre para tener otra opción de ataque en busca de la igualdad. No pudo gestar nada, siendo poco asistido.

Fredy Martínez: Ingresó por Valentín Rodríguez a los 84’. Bielsa lo colocó para refrescar la llegada por la banda izquierda, una variante que quizás se pudo dar antes.