Uruguay va a estar “en los ojos del mundo” merced a las tres finales
continentales de fútbol (Copa Sudamericana, Libertadores femenina y masculina)
que se disputarán en su capital del 20 al 27 de noviembre y, por ello, su
Ejecutivo lo asume como un “evento país”.
Así lo afirma Gonzalo Etcheverry, asesor de la Presidencia
uruguaya en materia deportiva y responsable de coordinar a los distintos
actores involucrados en la organización de este evento “histórico” para la
Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol), ya que, por primera vez, sus
tres finales coinciden en una sede.
“El fútbol mueve la aguja y los ojos del mundo van a estar
mirando a Uruguay, van a estar mirando al Estadio Centenario y tenemos muchas
ganas de que ruede la pelota para que Uruguay se vea, de ahora en más, como una
alternativa ya no idílica, sino concreta, de un 'hub' deportivo”, explica este
experto en comunicación y deporte.
Etcheverry recibe a Efe en su despacho de la Torre Ejecutiva,
en el que conviven sobre una estantería un balón de fútbol, una pequeña réplica
de la Copa América y el retrato del presidente del país, Luis Lacalle Pou, en
un símbolo de la cercanía entre el deporte y el mandatario, amante del rugby y
del surf.
El asesor confirma que el Gobierno espera que, desde este
momento, “Uruguay tome mucha más notoriedad en materia de organización de
eventos deportivos”.
EL CENTENARIO, "LA JOYA DE LA CORONA"
Los brasileños Athletico Paranaense y Red Bull Bragantino se
medirán el 20 por el título de la Sudamericana y el Flamengo y el Palmeiras,
también de esa nacionalidad, pugnarán el 27 por la Libertadores masculina.
Ambas finales comparten escenario, el mítico Estadio
Centenario, sede en 1930 de la primera final de un Mundial, cuya imagen actual
dista mucho de ser la cancha vetusta que era hasta hace unos meses, cuando la
Conmebol confirmó su ayuda para su remodelación y limpieza.
“No nos olvidemos de que el Centenario es un icono del fútbol
mundial. Allí se celebró el primer Mundial, hay mucha historia y esa historia
no puede quedar en pausa, tiene que seguir”, comenta Etcheverry, quien no duda
en calificar al viejo coliseo como “la joya de la corona”.
A nadie escapa -y él tampoco lo niega- que el objetivo de
fondo para esta renovación del Partenón del fútbol, como alguna vez lo llamó
Joao Havelange, sería albergar el Mundial 2030. “Esto va a ayudar. No es
fácil y, lógicamente, tendrán que entrar un montón de factores, pero es una
apuesta, un desafío y un anhelo”, explica.
La única de las tres finales que se disputará fuera del
Centenario, pese a que inicialmente se anunció lo contrario, es la Libertadores
femenina, que jugarán el 21 el Independiente Santa Fe colombiano y el
Corinthians brasileño.
Según Etcheverry, se debió a “un tema operativo de tiempos”
por el montaje y desmontaje de publicidad entre la Sudamericana y la
Libertadores y, por eso, “se optó por el Gran Parque Central, que es céntrico y
de fácil acceso”, además de que “era bueno darle su lugar único” al fútbol
femenino.
LA INTRAHISTORIA
La pandemia de la covid-19, que puso el mundo patas arriba y
que, en lo deportivo, supuso la suspensión de las competiciones durante muchos
meses y, posteriormente, su reanudación sin público en las gradas, 'ayudó' a
Uruguay a lograr la concesión de las finales.
El apoyo que el Ejecutivo de Lacalle Pou dio a la Conmebol
para lograr una donación de vacunas desde China fue el detonante, afirma
Etcheverry.
“Además de agradecer el gesto, que hasta hoy lo siguen
agradeciendo, porque es salud, no es un tema menor, fue como un impulso para
decir: '¿por qué no Uruguay? ¿por qué no Montevideo en este formato nuevo de
finales únicas?'”, asevera el asesor, quien agrega que “el buen manejo de la
pandemia” en el país fue “determinante”.
Las buenas cifras que maneja Uruguay permitieron el 1 de
noviembre la reapertura de fronteras -también pensando en la afluencia de
decenas de miles de brasileños para estas finales-, si bien quienes ingresen
deben presentar certificado de vacunación y PCR negativo, por lo que se
extremarán los controles para evitar “la viveza criolla”.
Para la organización se formó un equipo, del que han formado
parte los Ministerios de Defensa, Interior, Turismo, Salud Pública, Transporte
y Obras Públicas, y Economía y Finanzas; la Intendencia (gobierno regional) de
Montevideo; la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y la Conmebol. Ahora
solo esperan que el evento “sea una fiesta del deporte”.
EFE / FútbolUy