Luka Doncic, una de las estrellas de estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se vuelve a su casa sin medalla porque en su camino se cruzó un ciclón australiano llamado Patty Mills, que con unos prodigiosos 42 puntos y nueve asistencias dio a Australia el bronce, la primera medalla en básquet de su historia (93-107).
En la fiesta de Doncic (22 puntos, ocho rebotes y siete asistencias), el rey fue Mills. El australiano anotó, asistió, provocó faltas y se movió cómo, cuándo y por dónde quiso. El abanderado australiano, el primero de origen aborigen de la historia olímpica de su país, sumó la primera medalla para su selección, después de perderla en Río 2016 contra España.
Su hazaña quiebra la bonita historia del conjunto esloveno, conjurado en un verano prodigioso para escalar desde el preolímpico a la gloria. No había perdido nunca un partido con el genial jugador de los Dallas Mavericks sobre la cancha, incluyendo el Eurobasket conquistado en 2017, el preolímpico y Tokio 2020, pero quebró esa racha en los momentos más importantes.
Los liderados por Doncic perdieron la semifinal ante Francia y luego el partido por el bronce. En una fue la mano del francés Nicolas Batum con un tapón para la historia, y en otra la fenomenal actuación de Mills, quien fue secundado en el goleo por Joe Ingles con 16 tantos.
Los de Oceanía se fueron 20-19 al primer descanso, 53-45 al segundo y 78-67 a tercero, para luego ampliar diferencias hasta 17 y terminar ganando sin pasar zozobras.
EFE / FútbolUy