Thiago Vecino anotó el gol del triunfo de Liverpool por 1-0 sobre Peñarol en el estadio Campeón del Siglo este domingo, donde celebró mandando a callar al público local. El delantero conectó un muy buen golpe de cabeza y llevó su dedo índice frente a la boca, lo que provocó que el árbitro Andrés Matonte le mostrara la tarjeta amarilla.
“Andrés me dijo ‘te tengo que sacar la tarjeta’. Y le dije ‘hacé lo que te parezca, lo que consideres vos. Te pido disculpas si te complico un poco la decisión’. Está bien”, contó el delantero al programa Minuto 1 de radio Carve deportiva, y agregó que su reacción “es algo que te sale”. Si bien “no es una justificación”, explicó que “pasa mucho”.
“A veces se habla de que los jugadores no tenemos que hacer señas ni nada. A mí me putean constantemente y en ningún momento hago gestos hacia afuera. Son cosas que salen desde adentro en algún momento. Tampoco creo que haya sido algo muy grave. A veces nace cuando te están puteando tus propios hinchas”, comentó el atacante de 24 años.
El goleador formado en Nacional insistió en que su gesto no es más que “una reacción”. “Estamos con las pulsaciones muy altas. No lo justifico, pero tampoco me arrepiento porque no fue nada grave. Así como los rivales y la hinchada te intentan sacar de las casillas, es algo que no considero sea grave”, expresó.
Respecto al encuentro en sí, opinó que su equipo hizo “un gran partido en lo táctico”. “Lo que teníamos planificado, que era cerrar los caminos y cortar línea de pase, sobre todo al Cabecita [Sebastián Rodríguez], que es el motor del equipo, nos salió bastante bien. Desde ahí empezamos a ganar la batalla táctica”, expresó.
“Si bien en el segundo aprovechamos un poco las contras, al estar con las líneas bien juntas y una idea de recuperar la pelota y salir rápido porque por ahí podía estar el partido, no definimos bien. En el primer tiempo nos faltó ser más verticales en esas contras”, agregó el delantero en su análisis, y consideró que Liverpool pudo haber ganado por una renta mayor.
“No terminamos de convertir todos los goles que podríamos haber hecho. Hubo chances bastante claras. El gol anulado fue una jugada en la que se aprovecharon muy bien los espacios que ellos estaban dejando. Era un 2-0”, sostuvo, y de cara a lo que viene advirtió que “no se terminó nada”. “Se dio un golpe importantísimo arriba de la mesa y marca mucho. Genera un impacto fuerte y es innegable, pero ahora hay que disputar puntos complicados”, concluyó.