La noticia deportiva del fin de semana fue la eliminación de Novak Djokovic del US Open por un pelotazo involuntario que impactó en el cuello de una jueza de línea en su partido frente al español Pablo Carreño Busta por los octavos de final. El serbio acababa de ceder su servicio y, al quedar 6-5 abajo, arrojó la pelota hacia el fondo de la cancha sin percatarse de la potencial agresión.
De inmediato la jueza de línea, la estadounidense Laura Clark, cayó el piso y comenzó a quejarse. Los gritos se escucharon por los micrófonos de la transmisión oficial, y tras el episodio hubo conversaciones y pedidos de disculpa que fueron en vano.
Al número uno del mundo lo descalificaron y no sólo perdió su invicto de 26 partidos en 2020, sino también los 180 puntos que llevaba ganados y los 250.000 dólares que le correspondían de premio por haber alcanzado la instancia de los 16 mejores. Además, se perdió una posibilidad inmejorable de ganar su cuarto US Open, que hubiese sido el 18.º Grand Slam de su carrera.
Luego de conocerse la sanción, quien la pasó peor fue la jueza de línea. Laura Clark era una ciudadana normal de Owensboro, una ciudad del estado de Kentucky. Si bien lleva 11 años trabajando en torneos de tenis, siempre mantuvo un perfil bajo y no llegaba a los 1.000 seguidores en Instagram hasta el episodio que le dio una notoriedad impensada.
En cuestión de horas, sus viejas publicaciones en las redes sociales comenzaron a recibir comentarios no del todo amistosos. De hecho, los fanáticos de Djokovic comenzaron a increparla y hasta la amenazaron de muerte. En una foto de su hijo fallecido en 2008 le prometían que pronto se uniría a él, lo que colmó su paciencia y la obligó a proteger sus posteos colocando el candado de “privada” a su cuenta.
“Por favor, recuerden también que la jueza de línea que fue golpeada por la pelota también necesita el apoyo de nuestra comunidad. Ella no hizo nada malo en absoluto. Les pido que la apoyen y la cuiden especialmente durante este tiempo. A partir de estos momentos, nos hacemos más fuertes y nos elevamos. Compartiendo amor con todos”, escribió Djokovic en su cuenta de Twitter al enterarse de la actitud de sus fanáticos.