Carlos Techera, arquero de Uruguay Montevideo, estuvo 1.001 minutos sin recibir goles y batió un récord de imbatibilidad que desde 1968 ostentaba Ladislao Mazurkiewicz. El legendario arquero de Peñarol logró su marca en Primera División y el de Techera fue en la Segunda División Profesional.
Valentín Adamo cortó esa racha en el tiempo adicional del partido que Uruguay Montevideo le ganó a Progreso 2-1 en el Paladino y para Techera “fue un alivio” porque “fue muy desgastante” el camino hacia esa marca lograda y cómo lo vivió en la previa.
Brindó notas, se habló de él y hasta aparecieron sus atajadas en un compacto junto a las de Mazurkiewicz en El polideportivo. “Cuando lo vi no lo podía creer”, dijo el guardameta de 31 años al programa 100% deporte de Sport 890.
No obstante, el fanatismo de unos pocos hizo que no todo fuera positivo. “Recibí mensajes de gente atrevida que me mandó cualquier grosería. Que estén tranquilos y que cada uno hinche por su cuadro”, señaló en referencia a fanáticos de Peñarol que lo agraviaron.
“Me causa hasta gracia, y lo digo con respeto, no pasando por arriba a la gente. Lo que estoy festejando con el club y mis compañeros es el récord en minutos, no que pasamos a Mazurkiewicz. Hicimos un récord histórico que no se consigue hace 55 años”, destacó.
“La gente es tan fanática que la entiendo, pero que tampoco me falten el respeto porque yo hago mi trabajo. A veces hasta laburamos en otros lados para suplir cosas y eso no lo ve nadie. Solo nos ven cuando salimos a la cancha”, comentó Techera, quien no recibía goles desde el 13 de mayo, cuando Maximiliano Juambeltz selló el 3-3 de Rentistas por la segunda fecha.
El arquero con pasado en Villa Teresa, Wanderers, Villa Española, Progreso y Cerro reconoció que vivió “una semana anormal”. “Tenía mucha ansiedad y estrés también, pero lo fui llevando. Cuando llegó la hora del partido y salí al calentamiento, ya estaba metido en el partido”, explicó.
“Escuchaba los altoparlantes y cuando dijeron que iban 15 minutos superé el récord de la B. Después, a los 30 del segundo, me tiré al piso. Quedé shockeado por lo que estábamos consiguiendo como institución. Va a quedar mi nombre ahí, espero que por un largo tiempo. Sigo en las nubes porque son horas anormales para lo que es mi rutina, con notas y cosas que no me pasaron nunca”, concluyó.