Boca Juniors debutó en la Copa Sudamericana con un agridulce empate a uno en su visita a Rosario Central, en el encuentro de ida de su serie de 16vos de final. Fue la segunda presentación oficial para Rodolfo Arruabarrena como entrenador del equipo xeneize.

El partido comenzó con algunos minutos de retraso debido a un corte que sufrió el arquero visitante Agustín Orión como consecuencia de un proyectil lanzado por hinchas locales que impactó en su cabeza.

Tal como ocurrió en su momento con Martín Silva cuando defendía a Defensor Sporting visitando a Independiente, el compromiso se disputó con normalidad pese a la agresión de la que fue objetivo al guardameta visitante, aunque se esperan sanciones para el dueño de casa.

Boca dominó la primera parte, controló el trámite en su defensa y generó las mejores situaciones, como la que concretó a los 36’ gracias a un centro de Leandro Marín para Andrés Chávez que no llegó a conectar el atacante y terminó metiéndose contra un caño.

El elenco xeneize, que tuvo como figura a Marcelo Meli, un volante procedente de Colón de Santa Fe que no era utilizado por Carlos Bianchi, retrasó sus líneas y apostó al contragolpe, dejándole pelota y terreno a un inoperante equipo de Rosario Central.

Los dirigidos por Miguel Russo cayeron en el embudo propuesto por Boca y se repitieron en envíos aéreos frontales para la cabeza de Sebastián Abreu, quien fue bien controlado durante los 90 minutos por los zagueros Mariano Echeverría y Daniel Díaz, de gran rendimiento.

A los 91’ fue expulsado Donati en Central por un codazo innecesario sobre Meli, y cuando los visitantes saboreaban una victoria merecida llegó, pasada la hora, el empate del conjunto canalla gracias a un tiro libre ejecutado por Pablo Becker.

La revancha será el 17 de setiembre en La Bombonera, y el vencedor de esta serie se medirá en octavos de final con Deportivo Capiatá de Paraguay o Caracas de Venezuela.

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