River Plate dio una muestra de personalidad en Mato Grosso y derrotó 2-1 a Cuibá por la tercera fecha de la fase de grupos de la Copa Sudamericana, con una presentación aplicada, de mucha entrega y que lo deja vivo en la pelea por la clasificación.
El partido comenzó con los norteños tomando las riendas del partido, tratando de controlar la posesión y pararse en cancha ajena, ante un equipo del Prado que cerraba espacios y esperaba una contra a velocidad.
Lo cierto es que lo mejor del local se veía cuando entraba en acción Rodriguinho, pero los darseneros con el crecimiento de Montiel y una buena contención, se mantenían firmes.
Un desborde de Alesson por derecha con centro al medio para que conecte Ëlton, terminó en los guantes de Correa que desactivó la primera peligrosa del trámite.
La respuesta llegó a los 13' con una pelota que peleó Sosa y López con una gambeta a velocidad ingresó al área y cuando fue a definir lo trancó Joaquín. En ese córner a los 15' apareció un cabezazo de Brunelli que tapó Walter dando rebote y Horacio Salaberry, más rápido que todos, remató de primera para el 1-0 visitante.
Esto sirvió para que los del "Chavo" Díaz jugaran con otra tranquilidad, con la intensidad de Fonseca y De Los Santos, así como un Pablo López que estaba inspirado en el uno por uno.
La banda diesta seguía siendo el camino del local, por donde se lanzaban una y otra vez Alesson y Joaquín, al punto que este último cruzó una pelota que se fue muy cerca.
Los norteños cada vez eran más incisivos pero Aja, Brunelli y Salaberry eran expeditivos y cuando no pudieron, Fabrizio Correa se encargó de mantener su valla en cero.
Sobre el final de la primera etapa el equipo uruguayo tuvo el segundo, con una pelota quieta lanzada al área y un cabezazo de Nicolás Sosa que se fue pegado al palo izquierdo.
Pero el segundo llegó instantes después, luego de una contra que encabezó NIcolás Sosa cuyo remate tapó el cuidapalos, sacó a medias un defensa y le quedó al "Mosquito" que habilitó al "endemoniado" Pablo López, que maniobró y definió para inflar las redes en tiempo de adición- 2-0 y al descanso.
Bancando
En el complemento el equipo brasileño salió a quemar las naves y sacó un zaguero para colocar Felipe Marques y reforzar la zona ofensiva.
Esos minutos de arranque fueron de muchísima intensidad, consiguiendo Cuiabá descontar a los 47'. Una corrida de Alesson con enganche y centro, fue tocada por Marquinhos en el área y se metió para el 2-1 parcial.
Los del Prado respondieron con su principal arma, las pelotas quietas y Brunelli la tuvo sin poder darle la dirección deseada y en la recarga Marquinhos metió otro disparo bajo que arañó el palo.
Díaz mandó a Alfonso a la cancha tratando de mejorar la recuperación y luego ingresaron Borbas y el "Mono" Pereira por los agotados Chopitea y Fonseca.
Los locales iban por la igualdad y generaban ocasiones favorables, pero también dejaban espacios para el contragolpe lo que los darseneros aún no habían podido aprovechar.
Rodriguinho e Igor con remates de media distancia volvieron avisar la cercanía al tanto del empate ante el despliegue defensivo de un rival que trataba de mantener todo incambiado.
Sobre el cierre, luego de varios cambios más en los dos, la visita tuvo la gran chance de cerrar el triunfo tras una buena jugada colectiva que el paraguayo Walter Clar no pudo definir con certeza.
Los de Pintado no cesaban y cada vez estaban más jugados mientras que los uruguayos marcaban, cerraban espacios, dejaban correr el reloj y cuando podían desdoblaban algún hombre en ataque.
Y River soportó los siete minutos de descuento hasta llegar al pitazo final del chileno Cristian Garay y festejar el estupendo triunfo por 2-1 en Mato Grosso que lo deja en la pelea y con el sueño latente de pelear por clasificar.
En el otro partido del grupo "B", Melgar venció 3-1 a Racing, quedando estos dos equipos liderando con seis unidades, mientras que brasileños y darseneros tienen tres, todos con vida de cara a las tres fechas finales.