Peñarol terminó una triste actuación en Copa Sudamericana tras caer 2-1 con América Mineiro en el Centenario y completando 0 de 18 puntos posibles, es decir, seis presentaciones todas con derrota.
El partido comenzó con los aurinegros tratando de tomar las riendas de la posesión y desdoblarse en ataque sin dejar grandes espacios para su rival.
Los primeros diez minutos pasaron con un trámite sin llegadas, acciones de real peligro y alguna pierna fuerte que dejó rápidamente a Rak y Aguirregaray con amarilla.
Pero allí fue cuando los norteños comenzaron a gestar un fútbol más atíldado con Breno y Everaldo mucho más activos, principalmente por derecha. Los aurinegros retrasados en cancha, marcaban y apostaban a líneas juntas y cerrar brechas.
Un centro de Benítez qye terminó en un cabezazo de Ale se fue cruzado en una ocasión de pelota quieta que movió en algo la modorra.
Lo cierto es que el gol que quebró la paridad llegó a los 28' para los locales. Una gran acción colectiva terminó en un pase de Cristóforo que logró meter al medio Aguirregaray antes que saliera y allí, Sebastián Rodríguez parado como un nueve, definió con calidad para el 1-0.
Esto dio un envión anímico a los aurinegros que empezaron a mandar en cancha, con el crecimiento de Damián García en la recuperación y los piques de Mansilla por izquierda, muy participativo.
Un nuevo pase del Vasquito dejó solo a Arezo mano a mano con el golero norteño, pero su disparo encontró el guante salvador para evitar el 2-0.
Minutos de crecimiento en el juego colectivo del carbonero que estaba cómodo en el partido, se prodigaba en la marca y encontraba caminos para llegar y justificar la victoria parcial con que se fue al descanso.
Los nubarrones
El complemento comenzó con los norteños decididos a ser más ofensivos, con buen juego colectivo y queriendo acercarse a la valla de Thiago Cardozo para ir por el empate. Martín Benítez, muy suelto, era el encargado de ser la manija de ese pasar positivo de la visita.
Los aurinegros estaban replegados y se cuidaban con gran parte de su equipo, hasta que Darío Rodríguez fue por la primera variante, ingresando Joaquín Ferreira por Matías Aguirregaray.
Sobre los 56' Peñarol tuvo el segundo en una contra clarisima. Un saque de banda donde Arezo habilitó a Kevin Méndez que desbordó por derecha y le puso la pelota a Mansilla, solo al borde del área chica, pero al patear levantó la pelota que se fue muy alta.
Y 3' después, otro saque de banda en ofensiva, ahora recibiendo Sebastián Rodríguez y colocando una asistencia de taco magistral, dejó liberado a Cristóforo que pateó cruzado pero ancho.
Una molestia muscular de Arezo decretó la entrada de Abel Hernández y en el mismo momento Homenchenko se metió en la cancha por Cristóforo.
La pelota era de los visitantes qué, si bien refrescaron el equipo, no encontraban como entrar a la defensa rival, que bien parada despejaba y a la que se sumaba un trabajo excelente de Damián García entre los volantes.
Pero todo eso quedó por el camino a los 78' cuando un córner desde la derecha encontró la cabeza de Danilo Avelar totalmente desmarcado para conectar, inflar las redes y marcar el 1-1.
Allí Darío Rodríguez decidió mandar a Máximo Alonso y Matías Ferreira para darle más desdoble y dinámica al once que entraba a la recta final, sin pasarlo bien.
Lejos de mejorar llegó el golpe de gracia, con un balón al vacío que salió a cortar yendo al piso Cardozo pero dando rebote, el cual aprovechó Juninho a los 85' para colocar el 2-1, dar vuelta el trámite y poner negra la noche carbonera.
Final de la Sudamericana con el peor final posible, contando los partidos con derrotas y sin dar la talla jamás. Para el olvido.