Nacional quedó eliminado en los cuartos de final de la Copa Sudamericana al caer por 3-0 en el Serra Dourada con Atlético Goianiense (serie 4-0), en un partido donde no estuvo a la altura y fue ampliamente superado.

El partido comenzó con los albos tratando de pararse bien en cancha y buscar principalmente por el lado de Alfonso Trezza desequilibrar para ser ofensivos. Pero lo cierto es que, a los cinco minutos, en la primera del local, llegó el gol de la apertura.

Una pelota al área desde un saque de banda que no llegó a despejar Cándido; Churín la bajó sin poder controlar, pero quedó picando para que Luiz Fernando sacara tremendo remate que dejó sin asunto a Rochet y anotó el 1-0 parcial.

Con este tanto, ahora los albos necesitaban dos goles para forzar al menos los penales, algo que además los obligó a tener que arriesgar mucho más ante un local retrasado y a la espera de una contra.

La pelota era del conjunto de Repetto, que intentaba hacer funcionar los tándem por las bandas, pero su rival era muy peligroso en la respuesta, como lo mostró un disparo de Leonardo Dos Santos a las manos del cuidapalos.

Pasados los 20 minutos, una buena acción entre el Pumita Rodríguez y Trezza derivó en un remate en el área de Gigliotti, que logró sacar Renan para evitar el empate.

Camilo Cándido tenía problemas para cerrar los embates por izquierda, mostrando que se encuentra más cómodo jugando en zona de volantes, en un partido donde los norteños estaban afiatados y haciendo negocio. A Zabala le costaba el ida y vuelta, el Puma chocaba con los zagueros, mientras que Yonathan Rodríguez no la pasaba bien en la contención.

Los de Goiás a esa altura dominaban todos los aspectos y generaban algunas chances que no pudieron concretar para ampliar las distancias, como un cabezazo de Churín que pasó cerca.

Pero el verdadero golpe al mentón llegó al minuto de adición de esa primera etapa, cuando una pelota exigida de Leo Coelho para Yonathan Rodríguez en zona de volantes terminó con una recuperación de su rival para encabezar su receta preferida: el contragolpe. Este lo encabezó Diego Churín: asistió al pique de Gabriel Baralhas que definió cruzado y puso el 2-0 con que se fueron la descanso.

Nocaut

El complemento, con los visitantes obligados a marcar tres goles para forzar los penales, comenzó con el ingreso de Luis Suárez, Brian Ocampo y Alex Castro, o sea, era jugarse a "matar o morir".

Alex Castro por derecha colocó algún centro interesante, pero Jorginho manejaba los tiempos, hacía rotar el balón y cuando se desdoblaban mostraban falencias claras en la última zona tricolor.

Otro mal despeje de Coelho finalizó con la llegada del tercero que terminó de noquear al albo a los 53 minutos. La pelota quedó a disposición de Churín, que controló, habilitó a Luiz Fernando y este con estupendo remate al palo izquierdo de Rochet colocó el 3-0.

El local comenzó a realizar cambios, sabiendo que la historia estaba definida, mientras el tiempo corría y los de Repetto seguían sin tener claridad sobre la valla de Renan. Recién a los 68 minutos un remate del Pistolero hizo poner a trabajar al arquero para evitar la caída de su arco.

El trámite era un suplicio, lo poco que mostraba el conjunto de La Blanqueada contrastaba con la tranquilidad que manejaba los hilos el conjunto brasileño, sabedor de que fue muy superior, y que lo hizo saber en momentos claves del trámite.

Pero, además, cuando las chances aparecieron, como un remate de Fagúndez de media distancia, Renan se encargó de sacar con tapadas muy efectivas una y otra vez. Salvo la expulsión de Luiz Fernando sobre el cierre, todo estaba concluido.

El pitazo final selló el 3-0 y la eliminación de Nacional del torneo continental, con una actuación que dejó muchísimo que desear y que tiró por tierra cualquier ilusión de trascender internacionalmente.