En un horario muy atípico para un partido fijado entre semana en nuestro país, Danubio salió dispuesto a hacer la hazaña ante Deportivo Capiatá, que en la ida había ganado por 3-1. Y a pesar del buen comienzo, en el arranque el conjunto paraguayo generó peligro y preocupación, con una rápida carrera de Óscar Ruiz que y un tiro que desvió la punta de los dedos del arquero Salvador Ichazo.

El conjunto paraguayo se paró firme y pasó a dominar al Franjeado, que se complicaba en el Franzini, pero Camilo Mayada fue el responsable de darle esperanzas, porque lo derribaron en el área y el árbitro sancionó correctamente el penal. Ernesto Farías fue el encargado de convertir y de poner a ganar al local a los 13 minutos.

El tanto achicaba la brecha para los dirigidos por Leandro Ramos, que seguían teniendo una remontada por delante. Estuvo a punto de hacer el segundo Leandro Sosa de tiro libre, en una jugada de pelota quieta que fue señal del envión que estaba teniendo su equipo, que se complicaría minutos más tarde por una tarjeta.

Federico Ricca le fue duro a Ricardo Ortiz y el árbitro argentino Germán Delfino le mostró directamente la roja cuando iban 34 minutos. A pesar del sol, la tarde se nublaba para los danubianos, que estaban 2-3 abajo en la serie y con un jugador menos para enfrentar más de la mitad del encuentro, y que fueron salvados de recibir un gol por un palo.

Si el final del primer tiempo había sido malo para el local, el arranque del segundo liquidaría la serie. Fabio Escobar de cabeza marcó el 1-1 cuando apenas se había iniciado el complemento y volvió a aumentar la ventaja para el Capiatá, que quedaba 4-2 en el global y tenía 40 minutos para sortear el escollo con un hombre de ventaja.

Así las cosas, Danubio no supo qué hacer y Ramos mandó a la cancha a Martín Silvera, con menos de 90' jugados en Primera división, intentando darle movilidad. El aliento bajaba de las tribunas pero las cosas no salían, y además era cada vez más difícil controlar los contragolpes de los del conjunto paraguayo.

En una jugada de esas características fue que Capiatá se encontró con un penal a los 62', cuando el guardameta Salvador Ichazo salió a cortar la jugada y pareció llevarse por delante a Óscar Ruiz, en una polémica jugada. A Escobar poco le importó la discusión y concretó el 2-1 para el Capiatá, que quedaría con 10 para el tramo final por la doble amarilla de Derlis Ortiz.

Matías Castro logró igualar el partido para Danubio, que igual necesitaba tres tantos para seguir con vida en la Sudamericana. El campeón uruguayo se despidió de la copa dando una mala imagen, y volverá a apostar a lo local.

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