Uruguay se coronó campeón mundial sub-20 por primera vez y logró algo que, desde el formato actual con 24 selecciones, que se aplica desde Malasia 1997, nadie había conseguido: no recibir goles en los últimos cuatro partidos.

Ninguna selección fue campeona dejando su arco en cero a partir de octavos de final, lo que habla por sí solo de la solidez del elenco dirigido por Marcelo Broli, que casi no rotó los minutos en cancha de los hombres de su retaguardia.

De hecho, los cuatro futbolistas que no se perdieron un solo minuto fueron el arquero y tres defensores. Randall Rodríguez, Sebastián Boselli, Alan Matturro y Facundo González registraron presencia perfecta, y el que lo sufrió fue Mateo Antoni, único jugador de campo que no registró participación al igual que los arqueros José Arbío y Facundo Machado.

Entre los 18 que jugaron, solo Mathias de Ritis y Santiago Homenchenko disputaron menos de 45 minutos, con la particularidad de que Homenchenko lo hizo ingresando en seis de los siete partidos. En algunos de ellos, sus ingresos fueron en el tiempo adicional.

Franco González con 610 minutos y Fabricio Díaz con 602 fueron quienes siguieron a los cuatro que no se perdieron un minuto, completando el grupo de los seis que arrancaron los siete partidos como titulares. Damián García registró seis titularidades (solo fue suplente ante Estados Unidos, pero entró) y con cinco le siguieron Juan Cruz de los Santos, Mateo Ponte y Luciano Rodríguez.

En el caso de Ponte y Rodríguez, siempre integraron la alineación inicial cuando estuvieron a la orden. Sus únicas ausencias fueron por lesión en el caso del lateral de Danubio y por suspensión en el caso del atacante de Liverpool.

Lucho Rodríguez, con su cabezazo para vencer a Italia, fue el sexto jugador uruguayo que anotó en el Mundial. Anderson Duarte terminó como goleador con tres, siempre abriendo la cuenta: 1-0 a Gambia, el primero del 2-0 sobre Estados Unidos y 1-0 contra Israel. Le siguieron con dos Franco González y Matías Abaldo, y con uno Alan Matturro, Andrés Ferrari y Luciano Rodríguez.

Esta selección, la única en la historia de Uruguay capaz de ganar seis partidos en una misma Copa del Mundo, recibió siete tarjetas amarillas y la roja de Lucho Rodríguez. Dos veces fue amonestado Fabricio Díaz y una vez les tocó a Matturro, García, Homenchenko, Mathias de Ritis y Antoni, apercibido en la final estando en el banco de relevos.