Comenzó la 4° fecha de la Serie A de Italia con el encuentro entre Juventus y Roma en Turín. El equipo visitante, dirigido por José Mourinho, tuvo a Matías Viña en el banco de suplentes, pero no sumó minutos.
Los locales atropellaron a los de Mourinho en la primera mitad al ritmo de Locatelli, Miretti y Rabiot en el centro del campo, muy superiores a Cristante y Matic, el doble pivote que formó el centro del campo Giallorosso.
No se habían terminado de sentar todos los hinchas cuando la estrella de la Vecchia Signora, Dusan Vlahovic, ya había abierto el marcador. Un misil de tiro libre desde la frontal del área que tocó en el travesaño desencadenó la locura.
Mourinho no pudo ocultar su cara de enfado al ver cómo el partido se le ponía muy cuesta arriba. Y pudo ser peor, pero el VAR anuló el segundo al borde de la media hora de partido, esta vez a cargo de Locatelli, por mano del autor del primer tanto al inicio de la jugada.
La Roma salió con cambios luego del descanso para intentar dar la vuelta a la situación. Sacrificó su habitual línea de tres en defensa para sumar a El Sharaawy en ataque, en busca de una presión más efectiva y de un mayor número de jugadores en los ataques romanos.
Dybala se inventó una asistencia de volea sobre y Abraham apareció donde tenía que estar para marcar el empate. La Juve no mató un partido que tenía dominado y lo pagó caro. Igualada la contienda comenzó un nuevo partido en Turín.
Se aceleró en los minutos finales el encuentro y estuvo muy cerca el equipo capitalino de completar la remontada con extraña carambola dentro del área que nadie acertó a rematar con precisión. Finalmente fue empate en uno de los clásicos italianos.