Inter rubricó este sábado la quinta victoria consecutiva en 2023 ante su eterno rival (5-1), una holgada y humillante goleada a un Milan que presentó batalla mediante el luso Rafael Leao pero que no pudo ante el gran nivel de los interistas, que exhibieron superioridad y efectividad durante todo el choque.
Nuevo Derby della Madonnina, nueva victoria de un Inter que le tiene tomado el pulso en lo que va de año natural al Milan. Ya le ganó la Supercopa de Italia en enero, en Serie A en febrero y las dos semifinales de la Liga de Campeones en mayo. El partido, en un Giuseppe Meazza (San Siro) teñido de azul y negro, se presentó como la opción perfecta de este nuevo Milan para acabar con el dominio interista, el escenario ideal para volver a mandar en la ciudad y mandar un mensaje de que el Milan vuelve a estar preparado para competir por todo. Pero el Inter, sencillamente, fue un equipo más hecho, superior, que se divirtió a costa de su gran enemigo.
Y lo demostró a las primeras de cambio, tras un inicio frenético que desembocó en el primer gol del partido cuando no se habian cumplido los primeros cinco minutos. El francés Marcus Thuram ha hecho olvidar, por ahora, al belga Romelu Lukaku y fue la peor pesadilla del central milanista alemán Malick Thaiw.
Le superó físicamente en la jugada del primer gol, sacó un centro raso al segundo palo que llegó a pies del siempre oportuno Dimarco, que sacó un disparo que desvió el armenio Henrik Mkhitaryan, protagonista indiscutible de la noche, para hacer enloquecer al Meazza.
No frenó el Inter con el primero y encontró su recompensa justo antes del descanso tras un primer tiempo muy cómodo, en el que todas las piezas funcionaron como un engranaje único para desarmar por completo a un Milan que no supo como reaccionar. Lo intentó mínimamente con el paso de los minutos, pero apareció Thuram para aplacar sus esperanzas con un derechazo desde el pico del área que se coló por la escuadra izquierda de Maignan.
El gol de la noche, en el momento más doloroso. Thiaw, de nuevo, superado por el nuevo ariete del Inter, cada vez más hecho a su rol y a jugar con el argentino Lautaro Martínez, dueño y señor de la delantera y que, aunque sin gol, fue clave en el partido.
El problema del Inter en el partido fue el de todos los equipos a los que se enfrenta el Milan. Los de Stefano Pioli tienen una carta que siempre sale a relucir, personificada en el luso Rafael Leao. El de siempre. Abrió el derbi el extremo con una jugada en solitario en el minuto 57 con su primera carrera al espacio, su primera conducción. Se plantó en el área y batió al suizo Yann Sommer. Así de fácil.
Por un momento el Milan creyó en el empate. Pero la insurrección 'rossonera' duró hasta que el galo Theo Hernández cometió penalti claro sobre Lautaro. El argentino, capitán del Inter, cedió el lanzamiento a Calhanoglu, exmilanista, que no falló desde los once metros.
Pero no contento con haber regalado un gol, apenas 10 minutos después, regaló el cuarto de la noche. El Milan estaba sobrepasado, verdaderamente tocado viendo el devenir de la noche y Lautaro se aprovechó para dar una asistencia de lujo a Mkhitaryan, que selló su doblete y la victoria, esa que redondeó el italiano Davide Fratessi en el descuento.
El Inter humilló al Milan, su eterno rival, y alargó el mandato en la ciudad de Milán al tiempo que se colocó primero en la tabla con pleno de victorias, justo antes de viajar a España para medirse a la Real Sociedad en la Liga de Campeones. El Milan, en cambio, deberá resetear para preparar bien el duelo ante el Newcastle inglés, también de Liga de Campeones.