El golero de Nacional y la selección uruguaya, Sergio Rochet, fue protagonista del ciclo de entrevistas “Primera Persona” del Proyecto Juntos y habló acerca de su pasado, presente y futuro, y recordó su niñez.
“Desde chiquito, ya a los seis años, cuando empecé la escuela, era perezoso para levantarme y cuando iba tenía los ojos achinados y desde ahí quedó el apodo”, comenzó, contando sobre los orígenes de ‘Chino’, y mencionó: “Era un chico con mucha energía y bastante curioso. Tenía buenas notas, pero era conversador y generaba distracciones a mis compañeros”.
“Me costó muchísimo por el ritmo de vida a Montevideo”, recordó de su desembarcó a los 14 años en los franjeados, donde hizo las inferiores: “En Palmira tenía todo al alcance de la mano. En la casita de Danubio el trato fue espectacular, fue duro porque costó adaptarse, extrañaba a mi madre, hermanas, los amigos del barrio”.
“Leonardo Ramos fue el entrenador que me llevó a la pretemporada de la Primera División en Danubio. Ahí sentí que estaba muy cerca de ser profesional”, contó Rochet que, sin debutar, se marchó al fútbol neerlandés: “Fue muy raro, se da pocas veces en la vida de un futbolista. Justo vino un scouting a ver un partido de reserva en Jardines, les gustó mi actuación y me invitaron a hacer unas semanas de prueba. A los diez días, el AZ Alkmar había tomado la decisión de ficharme. Fue muy lindo, porque era el sueño de cualquier jugador de llegar a Europa y me llegó muy rápido”.
Un largo desafío
“Nunca intenté otra cosa que no fuera fútbol”, dijo, pero recordó: “En la época de escuela y liceo hacía mucho atletismo, y cuando pegué el ‘estirón’, y me fui quedando un poco lento, me tiré para el salto largo. Y andaba bien, en la ciudad no era el mejor, pero andaba ahí”.
Y ante la consulta de si le podía competir a Emiliano Lasa (diploma olímpico en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016) en dicha disciplina, mencionó: “Le voy a hacer pelea seguro”.
“Siempre intenté hacer algo más que fútbol y, en ese entonces, teníamos la facilidad de la plaza de deportes de la ciudad y siempre trataba de hacer algo diferente”, recordó.
Tampoco eludió hablar del tema de la salud mental, y se refirió a los casos de los futbolistas que decidieron quitarse la vida en el último tiempo: “Esas noticias nos ponen mal y nos chocan fuerte porque eran colegas. Tenía amigos que eran amigos de algunos de ellos. Creo que es de real importancia darle prioridad a la salud mental de todos los deportistas. Es una carga muy grande la que llevamos y, muchas veces, se puede llegar a tomar estas decisiones que creo con un apoyo y trabado psicológico se podrían haber evitado”.
“Sueño con ver crecer a mis hijos, con tener las mismas amistades y ser la misma persona que soy hoy en día, que todos me conozcan y me respeten por lo que soy como persona y no solo como deportista. Quiero inculcarle eso a mis hijos, que es primordial, ser una buena persona, ayudar y darles lo mejor posible”, cerró diciendo.