Sergio Agüero fue el invitado del programa de YouTube Clank, del periodista Juan Pablo Varsky, que se extendió por casi dos horas. En un momento de la charla destacó el plantel que fue subcampeón en Brasil 2014 y el que ganó la Copa América 2021 con una similitud: todos los jugadores tiraban para el mismo lado y formaron “un grupo espectacular”.
“Siempre en esos torneos hay chicos que si no juegan están de mala cara y transmiten mala energía, pero en esos grupos no”, valoró. “Nuestro objetivo en ese Mundial era llegar a cuartos de final y pasar. Veníamos de Mundiales en los que no pasábamos de cuartos. El objetivo era pasar y después veíamos qué pasaba”, recordó.
Nada de eso ocurrió en Rusia 2018, que “fue un quilombo”. “Todos saben lo que pasó, y era todo un quilombo. Es difícil porque uno en Argentina quiere ganar, pero la realidad es que estaba muy complicado todo en Rusia, en todo sentido”, repasó sobre aquella Copa del Mundo dirigida por Jorge Sampaoli.
“Por lo que yo recuerdo, empezó todo una semana y media antes. Se veía que iba a ser todo un tema ese Mundial. Me acuerdo que salió algo en contra del técnico en la AFA, de una de las empleadas que trabajaba ahí, haciéndole un problema a Sampaoli”, dijo, y recordó que en su caso jugó, salió y volvió a entrar. “El entrenador ya sabe lo que pienso. No hablé con él y no tengo más nada que decir”, añadió.
Agüero agregó que el problema no tenía solución en el momento. “No lo podés arreglar ahí. Cambiar jugadores no podés y cambiar al entrenador tampoco. Era esperar que diera la alineación y jugar a lo que uno sabe, sin comunicación, sin ideas, sin nada. Era a lo que nosotros sabemos ordenándonos dentro de la cancha”, reconoció.
Aún así, fueron la única selección capaz de estar arriba de Francia en un pasaje de un partido en ese Mundial. “Capaz que si pasábamos a Francia quedábamos afuera en la fase siguiente. Era imposible que ese Mundial saliera bien. Si te fijás nuestras caras, en otros Mundiales se notaba una tristeza cuando quedamos afuera. Cuando perdimos con Francia, eran caras de ‘esto iba a pasar’. Calientes, sí, pero sabiendo que iba a pasar”, admitió.
“No lo digo solo yo. Ese Mundial en Rusia era un milagro si llegábamos a semifinales. ¿Querés que sea careta o que sea honesto? Puedo ser careta y decir que estábamos bien, pero no. Estábamos para el culo”, expresó.
Después llegó la era de Lionel Scaloni, quien era el segundo asistente de Sampaoli en ese grupo, por detrás de Sebastián Beccacece. “Lionel se metía más a charlar con nosotros, jugaba a las cartas. Estaba todo el tiempo jodiendo con nosotros, pero cuando le dieron el poder de ser el técnico se puso serio, dijo lo que iba a hacer y se acabó”, valoró.